El cheese cake es, desde principios del siglo XX, un ícono dulce, pero se cree que su nacimiento se remonta a la antigua Grecia. El imperio romano lo esparció por Europa, pero no fue hasta el siglo XVIII cuando comenzó a parecerse a lo que hoy conocemos. Para la masa 200 g de galletitas tipo María 150 g de manteca 50 g de azúcar 1 cdta. de sal Para el relleno 400 g de queso crema tipo Philadelphia o Cream cheese 200 g de azúcar 250 cc de crema de leche 2 huevos 2 yemas de huevo 50 g de almidón de maíz 1 cda. de esencia de vainilla Para el coulise de frutillas y arándanos 300 g de frutillas 100 g de arándanos 1 naranja 50 g de azúcar Pizca de pimienta negra molida Pizca de cardamomo molido Masa Moler las galletas e incorporar la sal, el azúcar y la manteca derretida. Esparcir sobre la tartera presionando levemente hasta formar una capa pareja de medio centímetro. Hornear a fuego moderado por diez minutos (180 grados). Relleno Batir con batidora el queso, el azúcar, los huevos y las yemas por dos minutos. Incorporar el almidón de maíz, la esencia de vainilla, la crema de leche y continuar batiendo enérgicamente por dos minutos más. Rellenar la masa precocida con la crema de queso y llevar al horno a 180 grados por 40 minutos o hasta que, al pinchar con un palillo de dientes en el centro de la tartera, este salga limpio. Coulise de frutillas y arándanos En una olla pequeña colocar las frutillas cortadas chicas con el azúcar y cocinar por cinco minutos. Incorporar la pimienta y el cardamomo. Pasar por un mixer y agregar el jugo de una naranja. Con el fuego apagado agregar los arándanos enteros. Servir frío de heladera.
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