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LA OTRA CARA DE LA JUSTICIA

La artimaña usada por Chevron Corporation para no pagar indemnización a miles de indígenas

Desde hace 24 años, indígenas ecuatorianos están intentando que se haga justicia por el daño que su población sufre a raíz de un desastre medioambiental cometido en la Amazonía por parte de Chevron Corporation, ex Texaco; Pablo Fajardo, abogado y víctima, dialogó con Caras y Caretas Portal.

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En 1964 el estado ecuatoriano le entregó una concesión a la empresa Texaco, hoy Chevron Corporation, para que explore y extraiga petróleo de la Amazonía, al norte de Ecuador. La concesión era de 1.500.000 hectáreas de selva amazónica. Posteriormente, la empresa empezó a hacer su actividad petrolera, utilizando la tecnología más barata y vertiendo al ambiente más de 60.000 millones de litros de agua tóxica. Construyó más de 1.500 km de vías de acceso a los yacimientos petroleros y los cubría con petróleo crudo por medio del pasaje de camiones llenos de hidrocarburo. También construyó más de mil piletas donde arrojaba todos los tóxicos generados en los pozos petroleros. Ese daño ambiental causado en forma intencional afectó la vida de los pueblos indígenas, la salud y la economía de los lugareños. Hasta ahora se registran más de 2.000 víctimas de casos de cáncer como excesos, que quiere decir los porcentajes que superan el parámetro de cáncer en la población. Para poner dos ejemplos, el cáncer de útero es diez veces superior al resto del país, y el pulmón, cinco veces superior. El ecuatoriano Pablo Fajardo, abogado y víctima, habló con Caras y Caretas Portal, explicando la demanda que viene llevando la población afectada contra la Chevron Corporation: «Hicimos una demanda en el año 1993 en Estados Unidos. Fue por reparación de daño ambiental. Chevron argumentó que los jueces estadounidenses no eran competentes y que el juicio debía tramitarse en las cortes de Ecuador. Nueve años después, Chevron ganó esa batalla y el juicio se fue a tramitar a las cortes ecuatorianas. Ahí, Chevron cambió su versión, y argumentó que los jueces de Ecuador tampoco eran competentes para este caso. Pese a eso, seguimos y lo ganamos. La Corte de la Amazonía y la Corte Nacional de Justicia condenaron a Chevron a pagar US$ 9.500 millones». La empresa nunca pagó ese dinero a los damnificados, porque la empresa retiró todos los bienes que poseía en Ecuador. Entonces obligan a las víctimas a realizar el trámite de homologación de sentencia fuera del país, en los lugares donde la empresa tiene activos: «Planteamos tres acciones, una en Brasil, otra en Argentina y la tercera en Canadá». En esos tres países, la población de la Amazonía está litigando, pero Fajardo denuncia: «Hay una arquitectura que protege a las corporaciones y deja casi sin acceso a la justicia a las víctimas». Y puso como ejemplo que «la empresa Chevron Canadá dice que es autónoma a Chevron Corporation, es decir, que según ellos y los jueces canadienses, las Chevron en los países que litigamos no tienen vínculo con la matriz, que tiene sede en California». Fajardo sostiene que eso es falso: «Todo el capital de inversión de esas Chevron llega de Chevron matriz y toda la ganancia neta, la utilidad o los dividendos de ellas van al bolsillo de Chevron Corporation. Cuando tienen plata que cobrar dicen ‘es mi empresa’ y cobran el dinero, pero cuando hay juicios como el nuestro dicen ‘es una empresa autónoma y no es mía’. Ese tipo de artimañas usan las empresas, y la ley les permite usar empresas subsidiarias, la mayoría creadas en paraísos fiscales para evadir sus responsabilidades y dejar a los pueblos sin acceso a la Justicia», explicó Fajardo, antes de denunciar algo que deja en evidencia la gravedad de este caso: «Chevron expulsó el caso de Estados Unidos bajo el argumento que los jueces no eran competentes, pero cuando ganamos el caso en Ecuador, Chevron corrió a Estados Unidos, planteó una demanda por un fraude en contra nuestra bajo la lógica ‘son los indígenas y la empresa es víctima de estos criminales’, invirtiendo los papeles, y jueces norteamericanos sacaron una sentencia en el 2016, la que dice que los ecuatorianos podíamos ejecutar la sentencia en cualquier parte del mundo, excepto en Estados Unidos. O sea, crean normas, jurisprudencia, leyes, sentencias (en este caso) para proteger su corporación, sin importar qué crímenes cometen fuera de su jurisdicción», concluyó.

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