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Los italianos votan su nuevo gobierno

Ya se escuchan jingles, se ven pancartas y afiches por las calles uruguayas porque cinco candidatos de distintos partidos y agrupaciones se postulan en nuestro país para el Parlamento italiano.

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Hay algunas caras conocidas entre los italianos: Renato Palermo, que se presenta por el partido del actual gobierno, Partido Democrático (PD) de Matteo Renzi, Filomena Narducci del recientemente escindido Liberi e Uguali (Libres e Iguales), Enzo Bacchia por Forza Italia de Silvio Berlusconi, Rosario Lamorte por el MAIE y Stefano Casin por USEI (Unión Sudamericana Emigrantes Italianos). En Italia las elecciones “físicas” son el próximo 4 de marzo, pero como en las circunscripciones del exterior los votos tienen que llegar antes a la Corte Electoral italiana, la cosa es diferente. En Italia se vota “por plancha”. Cada partido presenta a sus candidatos que son votados como vienen en la respectiva lista, sin embargo, en el exterior, los italianos votan por sus propios representantes: tienen que poner una cruz sobre la plancha del partido que elijan y tienen que escribir el nombre de sus candidatos preferidos: máximo dos para la Cámara y dos para el Senado.   Cuatro circunscripciones En total hay cuatro circunscripciones: Europa, América del Sur, América del Norte y Central, África, Asia, Oceanía y Antártida. Los legisladores destinados para las cuatro circunscripciones son 18 (12 diputados y seis senadores). América del Sur es la circunscripción más numerosa. En nuestros países latinoamericanos son muchos, si consideramos que, por ejemplo, solamente en la provincia de Buenos Aires hay más electores que en toda la circunscripción de América Central y América del Norte.   Uruguay, campeón italiano En Uruguay, el país proporcionalmente con mayor cantidad de italianos del mundo, donde viven unos 122.000 ciudadanos italianos, hay 86.000 habilitados. Argentina es la mayor comunidad italiana del planeta con casi un millón de italianos y unos 700.000 habilitados para votar. Le sigue Brasil con unos 300.000 habilitados. Hay otros tantos en Venezuela, con 155.000 habilitados. En otros países los números son sensiblemente inferiores. La del 4 de marzo es la cuarta elección italiana con este sistema para los ciudadanos que viven en el exterior. Hasta ahora los que tuvieron representantes en el Parlamento, por las proporciones existentes, fueron argentinos  y brasileños, excepto una candidata en las primeras elecciones del año 2006, Mariza Bafile, que vive en Venezuela. Se cuenta la cantidad de votos por cada partido y viajan a Roma para ser ungidos legisladores los que obtuvieron más votos “de preferencia”. Para Uruguay es muy difícil que sea elegido un representante, sin embargo, con el actual panorama, hay dos candidatos que podrían llegar, por los restos.   Los candidatos por Uruguay Por el PD se presenta, como primer candidato al Senado, Renato Palermo, hace décadas responsable del Patronato INCA para Uruguay y Argentina, representante de Uruguay en el CGIE (Comité General de los Italianos en el Exterior) hombre del partido que más ha cambiado desde el PCI (Partito Comunista Italiano) hasta ahora. Fue Democratici di Sinistra, Ulivo, PD (Partito Democratico), que desde el mes pasado se ha partido en dos: los que siguen dentro de los lineamientos de un extremadamente moderado centroizquierda, con la cabeza del joven Matteo Renzi, que ya fue premier, y el nuevo Libres e Iguales, fundado por el actual presidente de la Cámara, Piero Grasso, volcado más hacia la izquierda histórica de Bersani o D’Alema y el viejo PCI. Palermo siempre fue candidato. Para Libres e Iguales se presenta Filomena Narducci, exrepresentante del CGIE, actual responsable del Patronato INAS de Montevideo, exsecretaria del Comites de Montevideo (Comité Italianos en el Exterior), una mujer desde hace décadas vinculada a la comunidad italiana. También está en su cuarta presentación como candidata. Lo fue por el Partido Margherita, aliado del Ulivo, por el MAIE (Movimento Associativo Italiani all’Estero) del electo tres veces Ricardo Merlo, agrupación católica de centro, y en 2013 lo fue por el partido de Renzi (PD). Por el MAIE se presenta Rosario Lamorte, hermana de Aldo Lamorte, ya candidato en elecciones anteriores y el más votado en las últimas, de la Unión Cívica y Partido Nacional. Para las actuales elecciones fue propuesta su hermana porque, por una reciente ley aprobada por el Parlamento italiano, ningún candidato que haya ocupado un puesto público en los últimos cinco años puede participar en las elecciones: Aldo Lamorte es senador suplente por el Partido Nacional y ha ocupado el cargo en algunas ocasiones. Rosario Lamorte no tiene ninguna experiencia política dentro de la comunidad italiana, pero es apoyada por su hermano y por el líder del partido, Ricardo Merlo. Es fundador del MAIE, elegido por primera vez en 2006 por el AISA (Associazioni Italiane Sud America) junto al Senador Luigi Pallaro, un histórico de la comunidad italiana de Argentina. En 2007 Merlo dejó a Pallaro, que lo había lanzado a la política italiana desde joven y fundó su partido MAIE (Movimento Associativo Italiani all’Estero). Desde la elección de 2008, cuando cayó el gobierno de centroizquierda de Romano Prodi, Merlo se dedicó a desarrollar su partido por todo el mundo, fundando sedes en Oceanía, Europa y Asia. Peronista, nacido en Argentina, Merlo ha expandido su partido a través de una política muy mediática y logró tres de los seis puestos latinoamericanos en las elecciones de 2013. Con su política de centro-centroderecha, ha sido uno de los mayores protagonistas de la política italiana para los emigrantes. Luego tenemos a Enzo Bacchia, que se presenta por Forza Italia, el partido de Silvio Berlusconi, uno de los hombres más fuertes de Italia, que en estas elecciones no podrá ser candidato, impedido por la Justicia. Forza Italia está entablando alianza con el Partido Lega Nord de Matteo Salvini (derecha separatista federalista) más otros pequeños partidos de derecha y está muy cerca (con todos sus aliados) del 40% que la Constitución italiana estipula para obtener la mayoría parlamentaria. Bacchia siempre estuvo vinculado a la opción de la derecha italiana, compitiendo en las anteriores elecciones. Su candidatura fue la última en ser presentada. Y tenemos a Stefano Casini, hombre de prensa, por 23 años responsable periodístico de la RAI para América Latina hasta que se cerró la sede sudamericana de Montevideo en 2011. Siempre trabajó en campañas electorales. Acercó a la agrupación AISA de Pallaro al inolvidable Italo Colafranceschi, que, en las primeras elecciones de 2006, por su popularidad italiana, había obtenido 16.000 votos preferenciales. Su partido es USEI (Unión Sudamericana Emigrantes Italianos), independiente, formado por candidatos del área empresarial (como su fundador Eugenio Sangregorio, candidato a diputado), de la cultura, profesionales de la comunicación y otros, sin vínculos con ningún partido de derecha o de izquierda o perteneciente a la antipolítica (Movimiento 5 Estrellas). Su programa se concentra en los derechos de los emigrantes.   La política italiana actual Con respecto a la realpolitik italiana, la actual situación es muy endeble. Tenemos a la centroderecha que está a punto, por lo menos en intención de voto actual, de alcanzar el 40% que la Constitución Italiana prevé para obtener la mayoría parlamentaria: sería Forza Italia de Berlusconi, con Lega y La Destra. A los casi 82 años, Berlusconi sigue teniendo muchos adeptos y, a pesar que no podrá ser candidato por estar imposibilitado por la Justicia, su fuerza es muy importante a nivel popular. Luego tenemos el área centro-centroizquierda con PD, LU (Liberi e Uguali) y una serie de pequeños aliados, que podrían arañar 30% si se alinearan los astros. Finalmente el mayor fenómeno político de la posguerra italiana: el Movimento 5 Stelle (Movimiento 5 Estrellas), fundado por el cómico italiano Beppe Grillo hace unos 15 años, que, luego de mucha agua debajo de los puentes, transformaciones y mimetizaciones, devino en el mayor partido político italiano en la actualidad: solamente con sus votos (sin alianzas) estaría superando 30%, dependiendo de cómo van a votar los otros. Este partido es único en todos los sentidos. Sus candidatos se eligen a través de las redes sociales. En un maxisitio web, los simpatizantes votan a sus candidatos mucho antes de las elecciones: quien obtiene el mayor número de preferencias, automáticamente se vuelve un candidato a legislador, dependiendo de un criterio extremadamente democrático, por el cual cada legislador es elegido por la gente. Como se podrá ver, se trata de tres grandes partidos o coaliciones: una de derecha, una de izquierda y una antipolítica. La Constitución italiana prevé que puede formar gobierno un partido o una coalición que obtenga 50% más uno de los legisladores o que, por sí solo, alcance 40% de los escaños. Si será grande el lío que algunos analistas pronostican que en caso de que ninguna de las tres opciones sea ganadora con 40%, para impedir que gobierne la antipolítica del Movimiento 5 Estrellas, podría surgir una alianza izquierda-derecha.  

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