Como ha sucedido en las últimas reuniones del Mercosur, la declaración de condena, amonestación, reclamo o lo que sea, al gobierno de Nicolás Maduro están a la orden del día. Y la cumbre de presidentes que se está llevando adelante en Mendoza, República Argentina, no es la excepción. Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay se pusieron de acuerdo en la necesidad de una declaración por la situación en Venezuela. Pero Bolivia no está afín a lo que el resto considera una postura regional. Más allá de la postura en contra de Venezuela que puedan tener los países, quien desentona de manera grotesca en la reunión del bloque del sur, es el canciller argentino Jorge Faurie. Su forma de referirse al país caribeño es de «régimen militar» y «dictadura». Nada dice de Brasil, cuya presidencia pro tempore le será pasada de manos de Argentina. Sin embargo, el país más grande de América Latina tiene una situación institucional muy compleja, aunque ignorada por sus socios mercosureños.
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