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Pista pesada

Por Eduardo Platero.

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Caras y Caretas Diario

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¡Vaya semanita la que comenzamos! El lunes 14, Día de los mártires estudiantiles, se cumple un nuevo año del asesinato de Líber Arce y habrá marcha recordatoria. Lo tengo tan presente; estaba en un “Fidelito” que había cerca del Clínicas, en lo que iba a ser una charla como las que realizábamos por todo Montevideo, cuando apareció Tabaré González, el Tape, con una cara de cansancio y tristeza que presagiaba la mala noticia. “Se nos fue”, dijo. La pérdida de sangre que tuvo tirado en la calle sin que los policías dejaran levantarlo había sido tan grande que, si bien llegó con vida al Clínicas, ya estaba en shock y no pudieron sacarlo del mismo. Lo baleó por la espalda un tira, no con su arma de reglamento sino con una pistola calibre 22, que traían todos los que habían hecho cursos especiales en Buenos Aires para presentar la reglamentaria limpia en tanto escondían la otra. No fue procesado pese a que todos supimos su nombre y cómo lo había baleado inútilmente porque  Líber ya estaba como a 50 metros de él. No quiero recordar lo conmovedor de esa muerte. La espontánea reacción de toda la sociedad, la presencia del Cardenal Barbieri, las guardias obreras con ropa de trabajo, la angustia de los rostros y los llantos cuando nos abrazábamos con algún conocido. Era el primer estudiante muerto por la represión, era el fin de un Uruguay que venía cayendo a pedazos. Me quedo con la cara del Tape, cansado, apenado e impotente. “Se nos fue” es lo que dijo, y todos comprendimos. Junto con mi primo Sacha y mi esposa, embarazada de Cecilia, acompañamos el cortejo. “Hasta bulevar” fue el primer límite autoimpuesto por la embarazada. Luego, “ hasta Rivera y Soca”. Finalmente llegamos a pasar el zoológico cuando ya todo había culminado. Los vidrios rotos de esa noche fueron un enorme error. Muchas veces sucede que algunos, creyendo que hacen avanzar el proceso, lo complican y dan escape a los responsables. No lo traigo a colación para pasar factura, lo recuerdo porque me da la impresión de que, dentro de las luchas sociales, están reapareciendo los “aceleradores”, que no se detienen en lo acordado y dan un paso más, comprometiendo a todos. Será por viejo, pero, compañeros, las luchas sociales nunca son una simple huelga. Si no hay disciplina, si no actuás en forma coordinada, el peligro de cambiar los ejes es muy grande. Ni tener razón, ni luchar denodadamente ni enfrentar una injusticia flagrante te garantizan el éxito. Ya lo he dicho: si la justicia de la causa garantizase el éxito, ya ni habría que luchar. Tener razón, empuje y disciplina es condición necesaria pero no garantía de éxito. Luchar a lo charrúa, cada cual por la suya, en cambio, te puede asegurar una resonante derrota. Tampoco es garantía de éxito el disponer de la fuerza y la prepotencia de los servicios esenciales. En cambio, es el casi seguro camino hacia la desviación de poder. En este año, esta es la tercera vez que se decretan y cada vez con mayor desprolijidad. Cierto, garantizar el funcionamiento de aquellos servicios que refieren a la vida, e incluso al bienestar de la población, es una obligación de todo gobierno. Pero también es obligación de todo gobierno democrático respetar el ordenamiento jurídico, que es ineludible requisito en toda acción de una administración democrática. Respetarlo en la letra y en el espíritu. Respetar los límites. ¿Se entiende? No se puede decretar la esencialidad al barrer porque no es lo que dice la ley. Esencial puede ser la tarea de aquel que efectivamente se desempeñe en una función en la cual es insustituible y necesario. ¿Son “esenciales” los porteros? ¿Los administrativos? ¡Tutti quanti! Plantearlo es resolverlo. ¿Son “esenciales” todo el día, todos los días, o en sus horarios habituales y aun los extraordinarios? ¿Alguien recuerda el principio de que no hay delito sin pena previamente indicada? Los medios informan los sucesos y no los procesos, por lo que no he podido saber si al final se aplicaron las sanciones de 30, 60 y 90 días que se había anunciado que se aplicarían en Ancap. ¿Fueron aplicadas o no? Si se aplicaron, se violó ese principio y el del debido proceso. Si no se aplicó, fue una bravuconada tipo barrabrava. Una cosa es que me caliente por lo que considero una discusión viciosa, un pedido excesivo, algo que interpreto como una especie de chantaje, y otra es que yo me crea omnipotente y revolee el garrote de los esenciales ante cualquier trancazo. Todos los guapos son temibles hasta que, como Ventarrón, sus guapezas y sus berretines se fueron perdiendo por los cafetines. ¡Siempre hay charque más salado! Y no es demasiado cuerdo andar siempre con el garrote al hombro. Nos sale caro a todos: a los trabajadores, que perderemos jornal por defender principios; al gobierno, porque se desgasta y desgasta la herramienta; y a la sociedad, porque perdemos trabajo y corremos el peligro de creer de veras que la Constitución es un “librito”. Ya la tenemos complicada el lunes. Una marcha de recordación y reafirmación de la voluntad de luchar por las libertades. Un merecidísimo acto de homenaje en su liceo a las botijas y los botijas que fueron terriblemente aprisionados, torturados, calumniados y expulsados de su liceo en Treinta y Tres en el año 75. Una marcha de protesta y reclamo del Sunca, al que burocráticamente el sector gubernamental del BPS le quita algo que ellos consideran legítimo. Y el presidente “dando cortes” en Nuevo Berlín. Que no serán tan imperiales como las que daba Julio César en las Galias y espero que sean tan felices como las que diera Sancho Panza en su breve reinado en la Ínsula de Barataria. Uno desea que todo salga bien, pero está viendo de qué manera se han ido desgastando las relaciones. A fuerza de meter el gaucho nos vamos olvidando de quién es el enemigo principal. Me pregunto, ¿no hay nadie en el gobierno que coordine un poco las cosas? Le metieron el dedo en el ojo al Sunca justo en este momento, sabiendo que habría reacción, acerca de un tema que es para fin de año. No le arriendo la ganancia al pobre Murro con la papa caliente de los esenciales para salud pública y el Sunca enarbolado. Sin hacer mención al “asuntito” Sendic y a los reclamos de los nuevos fiscales de conducta política que piden que se haga público un dictamen que estatutariamente sólo podrá ser conocido por el Plenario. Como desconfío de mis compañeros, de las autoridades que elegí, y me autodesigno fiscal de conductas, reclamo que se haga público, antes de que lo conozca el organismo estatutario, porque desconfío de que haya habido filtraciones. No voté cuando eligieron a Miranda, pero dije que lo reconocía como el presidente de mi fuerza política y ahora digo que no desconfío de su integridad y que no le exigiré que haga lo que no está autorizado para hacer. He llegado a pensar que esos huevos podridos que están siendo un escándalo en Europa nos han sido servidos y todos andamos con el hígado revuelto. A lo mejor han sido el desayuno de Trump y de Kim y ambos andan enarbolando cohetes balísticos y amenazándose mutuamente sin siquiera considerar que, si de veras se agarran, ¡marchamos todos! Ruego que por favor nadie le sirva a Trump de postre el pastel de chocolate que comió cuando decidió los cohetazos a Siria. Para el final una buena noticia. Parece que el testimonio del “arrepentido” Joesley Batista será invalidado. Resulta que había dicho que tenía en una cuenta en Europa algo así como 150 millones de dólares para traspasarlos a las cuentas que Lula y Dilma tenían también allá. Pero, al parecer, ninguno de los dos tenía las tales cuentas y todo era cuento. Invención de un “arrepentido” que, como es de suponer, dijo lo que le dijeron que dijese. Pese a que hay veces que la Justicia es estulticia, yo la respeto y he clamado contra la figura del “testigo arrepentido”. ¡Está bien! El pobre Amodio, no sé si con ese nombre o con el falso, ha sido declarado inocente. Blanco y puro como una vestal ha quedado libre luego de un largo proceso y se podrá ir. O quedar, lo cual sería una desgracia porque seguiría infectando la atmósfera a instancias de quien o quienes gusten de revolver pozos negros. A lo mejor lo jubilan como “retirado militar”. Figueredo goza de prisión domiciliaria y permiso para salir a trabajar y Joesley Batista ha declarado ser un hombre nuevo. No precisamente el “hombre nuevo” con el cual soñamos. Un hombre nuevo a disposición para golpearse el pecho y acusar a quien le ordenen. Lo curioso del caso es que la inexistencia de cuentas en dólares en Europa de las que se acusaba a Lula y Dilma saltó en el “caso Temer”. El presidente de Brasil ha sido declarado inimputable por la Cámara de Diputados, gobernará hasta el final del período y, sin duda, tiene un lugar reservado en el cielo de los inocentes. Para salvar a Temer no hubo más remedio que invalidar al “arrepentido”. Me parece muy oportuna y prudente la reacción que toda Latinoamérica ha tenido rechazando las amenazas de Trump de intervenir militarmente en Venezuela. Yo creo que puede ser medio loco, pero no bobo; lo que haga, lo que está y seguirá haciendo será con mano mercenaria.

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