Un estudio recientemente divulgado por la Unión Europea y las Naciones Unidas afirma que las guerras y desastres naturales que actualmente devastan el mundo han provocado un aumento importante de casos de “hambre aguda”. Hoy existen 124 millones de personas en 51 países necesitando ayuda urgente para continuar viviendo. El aumento es de un 14,8% comparado a 2016, cuando el mundo tenía 108 millones de personas con hambre aguda esparcidas por 48 países de acuerdo con el último informe mundial sobre la crisis de alimentación que condena a muchas personas a una sobrevivencia mínima en condiciones deplorables. El estudio alerta que la situación tiende a agravarse sobre todo por los conflictos en Nigeria, Birmania, Yemen y Sudán del Sur, además de la sequía que ataca a buena parte del continente africano. El informe global preparado por la organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FA0) por la Unión Europea y por otras organizaciones internacionales especializadas define:” la inseguridad alimentaria aguda como “hambre grave “lo que representa una amenaza inmediata a la vida de las personas” El documento considera que las crisis alimenticias son cada vez más determinadas por causas complejas como conflictos, eventos climáticos extremos y altos precios de los alimentos básicos, factores que muchas veces suceden al mismo tiempo. LA ONU pide a los países y organizaciones que se unan con el fin de salvar vidas, poder suministrar medios de subsistencia y al mismo tiempo “abordar las causas profundas de la crisis alimentaria”. Para los especialistas de las Naciones Unidas los conflictos aún son la principal causa de hambre en 18 países, 15 de ellos localizados en África o en Oriente Medio, afectando 74 millones de personas. Los desastres climáticos particularmente la sequía, son la primera causa de las crisis alimenticias en 23 países, dos tercios de ellos en África según el informe. “Son crisis complejas que tienen consecuencias devastadoras y duraderas” enfatiza en la nota, la FAO, agencia especializada de la ONU para el combate del hambre en el mundo. El informe con más de 200 páginas, estima que cerca de 3 millones de latinoamericanos sufren de inseguridad alimentaria, la mayoría de ellos residiendo en países como Honduras, Nicaragua, Haití, El Salvador y algunas regiones de Venezuela. Las mujeres y los niños son los más afectados por la falta de alimentos y es necesario “encontrar soluciones permanentes para revertir la tendencia” reconoce la FAO, cuya sede se encuentra en Roma. Con el objetivo de alcanzar mayor coordinación en la lucha contra el hambre y los conflictos las agencias de las Naciones Unidas y la Unión europea consideran que además de la ayuda humanitaria urgente iniciativas de desarrollo” deben ser establecidas con antelación. Para este fin, la Red Global Contra Crisis Alimenticias fue creada en 2016 con el apoyo de la unión europea de la FAO y del Programa de Alimentación Mundial (PMA) -En cuanto a los desastres naturales y aquellos causados por el hombre, debemos proporcionar una respuesta global más fuerte y estrategias dirigidas contra la crisis alimenticia-afirma Christos Stylianides, comisionado europeo para la Ayuda Humanitaria y gestión de Crisis. El director general de la FAO, destacó que la inversión en seguridad alimenticia “salva vidas” y contribuye para “el mantenimiento de la paz”: _Tenemos que reconocer y abordar la relación entre el hambre y los conflictos se queremos alcanzar objetivo “Hambre cero” Invertir en la seguridad alimenticia y en medios de subsistencia en conflicto salva vidas, fortalece la resiliencia y también puede contribuir para la mantención de la paz a nivel del mundo entero. Son grandes retos para la humanidad pero de la lucha por lograrlos depende que la sobrevivencia de millones de personas sea posible.
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