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Sociedad Mides |

15 años del Mides: Trabajo cuerpo a cuerpo

El Mides se encuentra próximo a cerrar un período de 15 años de gestión enfocada en el trabajo con los sectores más vulnerables de la sociedad. Caras y Caretas dialogó con la viceministra y diputada electa, Ana Olivera, quien explicó de qué forma esta institución trabajó “cuerpo a cuerpo” con quienes más lo necesitan y cumplió sus cometidos generando políticas y programas sociales que cambiaron la vida de miles de personas.

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Por Meri Parrado

El Ministerio de Desarrollo Social fue creado por el Frente Amplio en el año 2005 con un doble objetivo: hacerle frente a la situación de emergencia social que atravesaba el país  y, paralelamente, crear una red de protección social con políticas universales y focalizadas.

Ana Olivera recuerda que en aquella época el 39% de los ciudadanos se encontraba por debajo de la línea de pobreza y un 4% de personas estaba en situación de indigencia. Esto significa que no podían acceder ni a un plato de comida.

“En este primer momento el Mides desarrolló el Plan de Asistencia Nacional a la Emergencia Social (Panes), que logró cumplir aquel primer objetivo. La emergencia culminó. Se trata de una de las pocas experiencias en el mundo en la cual los planes de este tipo no quedaron eternizados, sino que empezó y terminó de acuerdo a los plazos previstos”.

En diciembre de 2007, el Plan de Emergencia llegó a su fin y se aprobó el Plan de Equidad, una política enfocada en trabajar las desigualdades existentes. «Cuando terminó la situación de emergencia ya teníamos pronto el Plan de Equidad, el cual está asentado en leyes y tiene progresividad».

El Plan de Equidad consiste en una política integral y a largo plazo constituida por una serie de reformas estructurales en el área de la salud, en el sistema impositivo, la reforma del Estado, a la vez que creó una red de asistencia e integración social. «Este plan trajo grandes logros como el Sistema Integrado de Salud. Si bien algunas temáticas en esta área las habíamos trabajado en la etapa de emergencia, logramos visualizar otras necesidades y profundizar». En tal sentido, Olivera recordó que el programa del Frente Amplio planteaba abordar la salud mental, bucal y ocular. «En ese primer quinquenio, a partir del convenio con Cuba, se instaló el Hospital de Ojos José Martí y luego de un período intenso de pesquisas viajaron casi 3.000 ciudadanos a Cuba con lo cual se saldó esa enorme deuda que existía con la ciudadanía».

En ese segundo período se dieron otros acontecimientos importantes para la ciudadanía como la modificación de la edad jubilatoria y el seguro de desempleo que paso de seis meses a un plazo máximo de un año. «Actualmente es natural jubilarse con 30 años de servicio y 60 de edad, pero antes de 2008 no era así, sino que te jubilabas con 35 de trabajo. Se tomó esa decisión porque en aquel momento había gente que tenía muchos años para jubilarse, pero no le iban a alcanzar debido a que se quedaron desocupados en medio de la crisis».

Por otro lado, Olivera recordó que en esta etapa se definió contabilizar a las mujeres un año más de trabajo por cada hijo reconociendo de esta forma el trabajo no remunerado que realizan las mujeres cuando se dedican a los cuidados de la familia y transformándolo en aporte jubilatorio.

Asimismo, se inició una campaña de formalización del trabajo doméstico, rural y se regularizó el trabajo en diferentes sectores mediante la creación del monotributo social y las cooperativas.

Olivera reconoció que la gestión del Mides es vinculada, principalmente, a las transferencias monetarias que se realizan mediante la tarjeta Uruguay Social y las asignaciones e insistió que el trabajo del ministerio «es mucho más que eso». A su entender, la mayoría de las personas desconocen la ley mediante la cual se asignan esas trasferencias, así como sus montos reales y condiciones por lo cual entran en juego preconceptos equivocados sobre un plan que no fue creado para «mantener vagos», sino que tiene como objetivo la creación de una amplia  red vinculada a la protección social. «Se dice, por ejemplo, que si tienes trabajo formal, no accedes a la asignación y eso no es verdad, la prestación está pensada como complemento de otra actividad porque nadie viviría con el dinero que da el Mides».

 

Lo universal y lo focalizado

Desde sus inicios el Mides ha desarrollado políticas públicas universales que tienen que ver con todo lo que es desarrollo social, pero también gestionó programas enfocados en sectores extremamente vulnerables con necesidades específicas, lo que ha sido objeto de críticas por parte de ciertos sectores de la sociedad, así como por la oposición política que argumenta que estas políticas «favorecen a sectores minúsculos».

Ante esta disyuntiva, Olivera explicó que el programa del FA desde hace 15 años plantea que no existe contraposición en el desarrollo de políticas universales y focalizadas. «Gestionar políticas para el desarrollo social no implica que no tengas sectores sociales en los que debas construir trajes a medida teniendo en cuenta que algunas personas no parten del mismo lugar para acceder a las oportunidades».

 

El cuerpo a cuerpo

El quinquenio pasado el Mides comenzó a profundizar en la implementación de programas de proximidad trabajando de forma directa con las familias, en los hogares. Algunos de estos programas son Jóvenes en red, Cercanías y Uruguay Crece Contigo, pero no son los únicos.

Estos programas trabajan desde el territorio y con los protagonistas y a su vez se complementan con otros programas del ministerio, así como de otros organismos. En el caso de Jóvenes en red; se trata de un programa que trabaja con adolescentes y jóvenes entre 14 y 24 años en situación de vulnerabilidad social que están por fuera del mercado formal de trabajo y del sistema educativo.

Por otra parte, el programa Cercanías está integrado por varias instituciones que, junto al Mides, trabajan en la atención prioritaria de las familias en situación de extrema vulnerabilidad con el objetivo de asegurar su acceso efectivo a las prestaciones, derechos y servicios.

El programa Uruguay Crece Contigo (UCC) es un programa de protección integral a la primera infancia y acompañamiento a las familias de niños y niñas menores de 4 años con la finalidad de garantizar sus derechos.

 

Logros del último quinquenio

Según comentó Olivera, en este último quinquenio se reforzó el trabajo de cercanía con las familias y la metodología focalizada que se venía realizando enfocando la gestión sobre tres grandes ejes: el Sistema Nacional de Cuidados orientado a personas en situación de dependencia y que actualmente asiste aproximadamente a 5.000 personas.

Con respecto a los servicios destinados a la primera infancia, al finalizar la gestión de este gobierno se habrán construido 140 centros Caif y 44 jardines.

«Este sistema implica mucho más que un asistente personal o cuidadores. Aborda otros temas relacionados a la regulación, capacitación, fiscalización, entre otras cosas». Asimismo, esta línea de trabajo, implica la visibilidad y búsqueda de la inclusión en la discapacidad porque, a entender de Olivera, «en la medida que se visibilizan los derechos hay nuevos reclamos de la sociedad y es necesario ir adecuando las políticas».

El segundo eje es la protección social integral a la vulnerabilidad en clave de género y derechos humanos. «Se trata de un trabajo de proximidad con aquellas familias que se encuentran en las peores condiciones para acceder a los derechos». Aquí es donde accionan los programas anteriormente mencionados como Jóvenes en red y Cercanías.

La descentralización del ministerio es el tercer eje sobre el cual se centró el trabajo del ministerio en esta última etapa. «En campaña electoral la oposición hablaba de instalarse en Casavalle y de cercanía, pero ignoran que el Mides tiene una oficina con atención integral y diversos programas en el centro cívico de ese barrio llamado Luisa Cuesta y en muchos otros». Sobre este punto, Olivera precisó que actualmente el ministerio, además del importante trabajo en territorio, cuenta con más de 34 oficinas y 400 puntos de atención en diferentes barrios de todo el país». Hablar de la ausencia del Estado en Casavalle es desconocimiento».

Otro punto a destacar al mencionar los logros de esta etapa es la creación de más de 7.000 puestos de trabajo para el desarrollo de los servicios que ofrece el Sistema Nacional de Cuidados.

 

El destino del Mides

Olivera contó que el Mides se encuentra en un «intenso» proceso de transición y que las futuras autoridades recién están tomando contacto con la magnitud de trabajo que conlleva esta cartera.

La jerarca lamentó la existencia de algunos preconceptos equivocados que traían quienes asumirán la gestión del ministerio. Se acusó al Mides de asistencialismo innecesario, de clientelismo político y hasta de quemar expedientes, pero Olivera asegura que «el tiempo va a demostrar que aquí lo que hubo fue compromiso con la ciudadanía».

«Hemos sido facilitadores de la transición. Hicimos una primera entrega de información y estamos entregando todo lo que solicitan. La realidad está demostrando que acá esta todo transparente. Tenemos evaluaciones, auditorías externas y todo el material es de acceso público en la web del ministerio», agregó.

Con respecto a lo que vendrá, asegura que representa una incertidumbre. «Por nuestra parte manifestamos la intención de no dejar servicios cortados. Nos parecía responsable dejar todo en marcha y que ellos al asumir evalúen si, de acuerdo a su concepción, hay cosas que no deberían existir».

Sobre el proyecto de la ley de urgente consideración y cómo afectaría el desarrollo, Olivera sostuvo que hay algunas modificaciones preocupantes que retrasan muchos de los avances que se han realizado. «Nos sorprende de la ley que cuestione programas concretos que le han cambiado la vida a la gente».

«Entre las cosas más preocupantes esta la variante que se plantea para el Instituto Nacional de las personas mayores (Inmayores) que dejaría de ser instituto para pasar a ser dirección, retirándole la coejecución, lo cual implica varios retrocesos».  Se plantea bajar el rango de jerarquía institucional, se elimina el rol rector del instituto. Además, la ley mantiene un lenguaje sexista y desactualizado utilizando el término «adulto mayor» y no personas mayores, que es el adecuado.

Al concluir, Olivera valoró a los equipos de trabajo del Mides que le «pusieron el cuerpo para ayudar a quienes más lo necesitan» recorriendo el territorio, convenciendo a personas en situación de calle de ir a los refugios, identificando situaciones de violencia, abuso, y sabiendo cómo actuar en cada caso. En tal sentido, mostró  preocupación por el futuro de los trabajadores, a quienes la ley urgente les asegura que, en caso de reestructuras, no se tocará su salario, pero nada expresa sobre sus condiciones laborales y tareas. «Se trata de una ley que deja puertas abiertas a cosas que no sabemos hacia dónde se dirigen».

 

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