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Alfabetizadores laborales de UTU denuncian recortes y ataques al rol docente

«Además del recorte presupuestal, la toma de decisiones pasó a ser unilateral y no se respetan las bipartitas, tripartitas ni la Asamblea Técnico Docente», le dijo la dirigente Liliana Testa a Caras y Caretas.

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El colectivo de alfabetizadores laborales, que integra la Asociación de Funcionarios de la Universidad del Trabajo (AFUTU), denunció recortes y acciones tendientes a desarticular el Plan de Formación Profesional Básica (FPB) que funciona desde el año 2007.

Según expresaron mediante un comunicado que presentaron ante la Comisión de Presupuesto del Senado, algunas de estas acciones implican recortes en la cantidad de grupos (en el 2021 fueron 92 grupos), recortes en los materiales para los talleres, modificación de las condiciones de trabajo de educadores, así como recortes en becas y boletos de estudiantes que viven en contextos de vulnerabilidad. 

En diálogo con Caras y Caretas Portal, Liliana Testa, vocera del colectivo, explicó que el inicio del conflicto no es algo reciente, sino que comenzó luego del cambio de gobierno, con la asunción de las nuevas autoridades, y que se agudizó con la aplicación de la Ley de Urgente Consideración (LUC). «Además del recorte presupuestal, y debido a que se pasó de Consejo a Dirección General, la toma de decisiones pasó a ser unilateral y no se respetan espacios legales como las bipartitas, tripartitas ni los mecanismos de la Asamblea Técnico Docente (ATD). No se respetan no porque no se convoquen, sino porque Pereyra no dialoga».

Reformulación «poco seria»

En el caso de las y los alfabetizadores laborales, enfrentaron un cambio drástico en la carga horaria. «En plan FPB anterior trabajábamos tres años y actualmente proponen acortar el plan a dos años. A esto se suma que separaron las duplas de trabajo, que tenían un fundamento, y cambiaron los contenidos del programa». 

«El viernes pasado nos citaron para entregarnos la reformulación y observamos que es muy precaria, no tiene un desarrollo curricular serio. Se modificó el concepto y la orientación del rol de alfabetizador laboral, borrando una identidad que tiene un sustento epistemológico basado en la figura de Pedro Figari dentro de UTU», agregó. 

Nuevo Plan

Entre las fortalezas del viejo Plan FPB, Testa destacó la articulación entre lo práctico y lo teórico y entre lo educativo y lo laboral. «Esta nueva versión del programa no considera esos aspectos», aseguró.  

Según la docente, las autoridades argumentaron los cambios del FPB alegando que los resultados no son buenos, pero el director general de Educación Técnico Profesional, Juan Pereyra, presentó dicho documento con una lectura oficialista y no se publico de forma escrita ni se habilitó el intercambio.  «No sé qué visión tienen, pero nosotros trabajamos con la población más vulnerada.  La educación no puede resolver todo, puede aportar y mejorar determinadas condiciones, pero hay aspectos estructurales con los que no puede lidiar y que tienen que ver con decisiones políticas. Los limites del FPB lo tiene cualquier plan que trabaja con población vulnerada que tiene dificultades serias como el acceso a la vivienda y la alimentación».

Otro de los reclamos del colectivo tiene que ver con el proceso de planillado escolar de UTU, instancia en la que se define la oferta educativa para el año próximo. «Antes se realizaba de forma participativa con docentes referentes y organizaciones sociales y, actualmente, se hace a puertas cerradas entre el inspector regional y la dirección general, sin posibilidad de construcción colectiva». 

Consultada sobre las expectativas ante los reclamos del colectivo, la dirigente expresó: «Nuestra intención es frenar este proceso  y garantizar una discusión sobre la reforma de carácter colectivo y respetando la Ley de Educación, que en su artículo 70 establece que cualquier cambio debe pasar por ATD, algo que no se está considerando». 

Indignación

El colectivo de alfabetizadores también manifestó la semana pasada su indignación a las expresiones del director del Instituto Nacional de Evaluación Educativa (INED) e integrante del Partido Independiente, Javier Lasida, quien dijo que los perfiles docentes del FPB “eran para formar militantes sindicales combativos” y que no quisiera que sus hijos y sus nietos se formaran con ese programa.

El jerarca hizo estas afirmaciones durante un proceso de consultas de la ANEP para la transformación curricular que se pretende implementar para 2023. «Los dichos de Lasida nos sorprendieron por el cargo que el ocupa. Consideramos que con tales expresiones desliza una mirada ideológica sobre nuestro rol errónea», expresó Testa.

Y añadió: «Nuestros ejes de trabajo tienen que ver con articular la educación y el trabajo y no se trata de un vinculo antojadizo. Los estudiantes que llegan al FPB pertenecen a escuelas técnicas que esta ubicadas en zonas vulneradas de nuestro país. Son estudiantes que se desvincularon del estudio que tienen dificultades graves para acceder a la educación. Muchas veces son personas rezagadas, mayores, por lo cual ese vínculo entre educación y trabajo es fundamental porque, de lo contrario, posiblemente dejen el estudio para dedicarse a un trabajo informal o precario. Nuestro rol tiene que ver con problematizar y sostener ese tránsito educativo, generar continuidad y de forma personalizada».

 

 

 

 

 

 

 

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