En la madrugada de este martes el Ministerio de Seguridad de la Nación argentino llevó a cabo un allanamiento en la Pu Lof en Resistencia Leleque (departamento de Cushamen) con más de 300 efectivos de la Polícía Federal fuertemente armados, Prefectura, Grupos especiales, buzos, canes, drones y dos helicópteros. Sin embargo, en la comunidad mapuche únicamente había tres personas, entre las que se encontraba Matías Santana, el principal testigo de la desaparición forzada de Santiago Maldonado, a quien retuvieron maniatado con precintos durante las doce horas que duró el operativo. Según informó Página 12 en base a las palabras del juez que ordenó el operativo, Guido Otranto, el objetivo era encontrar elementos de Maldonado, aunque también se llevó a cabo un tercer rastrillaje del río que dio negativo. Se buscó en los mismos lugares donde habían inspeccionado previamente y se comprobó que la zona del río donde se llevó a cabo la represión el agua es mansa y la profundidad no supera el metro treinta, por lo que la hipótesis del ahogamiento del joven cada vez se hace más insostenible. Del Pu Lof únicamente se llevaron una mochila, un celular y otras prendas. Testimonio “En un momento veo a alguien que parecía un funcionario y le pregunto si no podía hacer algo, ya llevaba muchas horas con las manos atadas, y me dice que no podía dar esa orden. ¿Pero usted no es del Ministerio?, le digo. Y se fue”, explicó Matías, según Página 12. “Seguimos con el protocolo famoso que se usa cuando se va a buscar a alguien, cuando se va a buscar un chico extraviado. En el fin de semana se le ocurrió que se ahogó y bueno, es el razonamiento por lo absurdo. Pero es un razonamiento lleno de autoritarismo que no busca ninguna respuesta. Todavía necesitamos una respuesta, ¿dónde está Santiago? El autoritarismo de Estado te lleva a un crimen político. Esto es un crimen político, tener durante 48 días a una persona desaparecida es criminal y cuando se trata del Estado, es una desaparición forzada”, señaló el integrante de la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos (Apdh) de Esquel, Julio Saquero. El activista sufrió una descompensación cuando se percató de que dos jóvenes que estaban en la casilla de seguridad habían sido maniatados por las fuerzas represivas.
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