Las nuevas tecnologías, que ya no son tan nuevas porque tienen sus buenos años, dejan en evidencia a la gente en muchos aspectos. La inteligencia muchas veces no parece ser una de ellas. Eso le pasó a la exministra de Trabajo de Luis Alberto Lacalle, Ana Lía Piñeyrúa, la que en un intento de “viveza criolla” o sea de pasarse de vida, tuiteó una fotografía trucada de la asunción de Juan María Bordaberry en la que aparece un joven Tabaré Vázquez.
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Una simple búsqueda en Google permite acceder a la verdadera foto, en la que evidentemente no aparece nuestro actual presidente, que en ese momento era un médico desconocido. Deja en evidencia que la avivada de la exministra es un acto de mala leche o una burrada consumada.
Evidentemente Piñeyrúa busca entreverar las cartas pero con tonterías como la de publicar en las redes sociales imágenes trucadas difícilmente pueda llevar agua a su mezquino molinito. Hay programas de fácil acceso que permiten determinar la originalidad de las fotografías, y también la simple mirada en Google u otro motor de búsqueda deja los hechos en evidencia. Cualquier escolar con una ceibalita lo sabe, pero parece que la exministra y actual operadora del Partido Nacional no lo sabe. O se hace la viva.