Ancap afirmó que el negocio del portland peligra por las medidas sindicales y decidió paralizar la planta de Minas hasta que “se pueda asegurar una producción continua en forma segura”.
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El directorio emitió este martes un comunicado en el que recuerda que en 2016 comenzó a aplicarse el denominado el Plan de Sustentabilidad de Portland para «revertir los resultados negativos del negocio». Esto se consiguió de forma parcial en 2017 con «la reducción de costos de contrataciones y tercerizaciones».
Destaca que el plan pudo implementarse tras un acuerdo con el Sunca (Sindicato Único Nacional de la Construcción y Afines) y la Federación Ancap (Fancap), que en su momento permitió «que se abasteciera la menguada demanda local con la producción de nuestros propios hornos casi en su totalidad, hecho que hacía algunos años no sucedía».
No obstante, el organismo y los trabajadores discrepan por «la forma de trabajo» en la planta de Minas, ya que Ancap considera que la mano de obra por tonelada producida en la planta supera las recomendaciones para el sector.
Más adelante el comunicado señala que Fancap «rechazó reiteradamente todas las propuestas» hechas en la Dirección Nacional de Trabajo (Dinatra) Cuestiona la decisión del sindicato de no colocar guardias gremiales que permitan mantener funcionando el horno de la planta. «Esta actitud no demuestra el compromiso que exige la situación de Portland de ANCAP y afecta seriamente la integridad de las instalaciones provocando su deterioro», sostiene.
Por esta razón Ancap decidió no volver a iniciar la producción en la planta de Minas «hasta que no se pueda asegurar una producción continua en forma segura».