En 2016, Ancap obtuvo ganancias por 15.000.000 de dólares y rompió con la tendencia negativa de balances deficitarios de los últimos años. El superavit operativo del ente se sustentó en una disminución de los gastos, así como en una “existosa gestión de la deuda”, según afirmó la presidenta de Ancap, Marta Jara, en conferencia de prensa. Además, destacó el cumplimiento del 75% de las metas previstas para el 2016, en cuanto a reducción de costos y manejo de personal. La presentación del balance contable 2016 contó con la participación de Jara y de los restantes integrantes del Directorio de Ancap, así como de la ministra de Industria, Energía y Minería, Carolina Cosse, y del subsecretario de Economía y Finanzas, Pablo Ferreri, entre otros. En la misma, Jara valoró la mejora de la situación económica y financiera de la empresa y afirmó que el objetivo del último año fue “robustecer la situación financiera de la empresa”. En este sentido, Ancap presentó ingresos brutos por 2.673 millones de dólares, que implicaron una ganancia de 398 millones de dólares. A esto se le debe descontar diversos costos que debió asumir el ente, entre ellos, una multa de la DGI por 108 millones de dólares y el deterioro del sector portland en 123 millones de dólares. Sin embargo, la participación de las empresas vinculadas produjo ganancias por 3 millones de dólares. Si se suman estas y otras variables se llega a un superávit de 15.000.000 de dólares. “Estamos muy contentos de anunciar un resultado positivo […] Resaltamos la solidez financiera que estamos alcanzando, y sobre todo que se consolida una tendencia. Los ingresos han sido constantes, con costos menores, y eso genera la posibilidad de sanear la empresa en términos financieros”, expresó Jara. Esa rotura de la tendencia se costanta en que el margen Ebitda –el resultado operativo antes del descuento de intereses de impuestos o amortizaciones- fue positivo en 919 millones de pesos, tras cinco años de resultado negativo. El informe muestra un incremento del 1,7% de los ingresos brutos de Ancap, pero un aumento de 9,3% de los costos de distribución . Esto provocó una caída de 2,8% de los ingresos. Pero esto se vio contemplado por una disminución del 16,2% de los costos de venta, que se explica por la caída en el precio del crudo y por la caída del tipo de cambio. Al no trasladar esta baja de costos al precio de venta de los combustibles le permitió al ente “hacer caja” para saldar buena parte de sus deudas. Asimismo, Ancap registró una fuerte baja en diversos gastos administrativos como publicidad (-51,5%), servicios contratados (4%), honorarios y consultorías (21,2%), seguros (19,4%) y energía y agua (8,9%). Al contrario, existió un aumento de los costos de fletes (15,26%) y de impuestos (30,4%) y de los beneficios a los empleados (11,1%). A esto se le debe sumar el aumento del salario de los trabajadores de 9,44%. Todo esto implicó una mejora en la situación patrimonial de Ancap. El patrimonio de Ancap pasó de 5.187 millones de pesos en 2015 a 21.126 millones de pesos en 2016. Pero el dato más significativo implica la caída de la deuda financiera de Ancap. El ente petrolero pasó de tener deudas por 1.417 millones de dólares en 2015 a deudas por 653 millones de dólares en 2016. Esto se produjo por la capitalización por 623,5 millones de dólares del Ministerio de Economía y Finanzas y por la cancelación de diversos préstamos e intereses por unos 150 millones de dólares. “Los Intereses perdidos se redujeron en un 50% con respecto a 2015 debido a la disminución de deudas financieras y de las tasas”, dice el informe. Este reperfilamiento de la deuda permitió –y permitirá- al ente una reducción de los costos de los intereses, así como absover préstamos en pesos, lo que cambiaría la moneda de la deuda y no estar comprometidos ante una eventual fuerte suba del dólar. En este sentido, Ancap obtuvo un préstamo en pesos por unos 30 millones de dólares. En tanto, el gerente general de Ancap, Ignacio Horvath, señaló la necesidad de seguir trabajando en la mejora de la gestión de las diferentes áreas de negocios de Ancap –con especial foco en la división portland, que explica buena parte del pasivo de la empresa- pero presentó datos sobre los beneficios para Uruguay de contar con una refinería. Horvath presentó los beneficios de la refinación. Allí se establece que el precio de “suministro por refinería” de cada barril de petroleo sería de 53,8 dólares (esto incluye, items de crudo y cargas, autoconsumo, mantenimiento, remuneraciones y costos operativos variables). En tanto, el suministro de importación –precio Ursea- sería de 58,85 dólares (teniendo en cuenta todos los productos producidos por Ancap –gasolina, gas oil, fuel oil, queroseno, gas licuado y asfalkote-). De esta forma, Ancap ahorra 5,04 dólares por barril por refinar, que el costo que implicaría la importación. Subsidiarias La preocupación central de las autoridades se centra en la división portland, que implicó pérdidas por 26 millones de dólares en 2016 (el deterioro patrimonial de esta cadena de negocios asciende a 123 millones de dólares). En este sentido, la empresa manifestó su compromiso de mantener las tres plantas en funcionamiento, pero promover una fuerte racionalización de los costos y las inversiones que permitan mejorar la productividad y alcanzar un Ebitda positivo “en un plazo de dos años”. Por este motivo, Jara descarta efectuar la instalación de un tercer horno en la planta de Paysandú, como reclama el sindicato de trabajadores, Fancap. En tanto, las autoridades presentaron el balance de Alur que arrojó un resultado negativo por 9.000.000 de dólares. Este resultado se explica por un deterioro de 29 millones de dólares, que refiere a la reducción del precio que Ancap le paga por la producción de los biocombustibles, lo que en cierta forma se compensa con la autorización de la DGI a deducir el IVA a compras asociado a la producción de Bioetanol (unos 16 millones de dólares). Sin tener en cuenta estos dos factores, Alur hubiera tenido ganancias por 3.000.000 de dólares. En este sentido, el vicepresidente de Ancap, Juan Carlos Herrera –que ejerce como presidente de Alur- destacó la cancelación de préstamos por 23,5 millones de dólares y una mejora en la negociación de los pasivos de la empresa en coordinación con Ancap y con el MEF, lo que permitirá un ahorro de 1.000.000 de dólares. Además, se produjo una reducción de diversos costos –como fletes, locomoción y publicidad- y se tiene previsto la reducción de activos no estratégicos. Esto último incluye la venta de diversos padrones en Montevideo, así como de maquinaria, vehículos y la avioneta adquirida en la anterior administración.
Hacete socio para acceder a este contenido
Para continuar, hacete socio de Caras y Caretas. Si ya formas parte de la comunidad, inicia sesión.
ASOCIARME