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Androginia cerebral: ¿qué es y cuáles son sus beneficios?

La androginia cerebral es una condición que parece guardar un vínculo importante con la salud mental.

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Dicen que hombres y mujeres son muy diferentes entre sí. Ahora, ¿cómo de certera es esa afirmación? A nivel biológico, algunos autores han señalado la existencia de cerebros masculinos y femeninos basándose en variables funcionales y estructurales. No obstante, nuevos trabajos parecen demostrar la existencia de la androginia cerebral, un punto intermedio entre ambos polos.

Además, parece que dicha condición tiene muchos beneficios a nivel adaptativo. Por esa razón, es un campo de investigación activo que abre preguntas interesantes sobre los roles de género en la sociedad.

¿Es necesario desechar los estereotipos sobre masculinidad y feminidad para una mejor adaptación? En este artículo vamos a intentar responder a esta cuestión.

¿Qué es la androginia cerebral?

El cerebro humano es uno de los órganos más estudiados en la historia de la ciencia, sin que hayamos llegado a comprenderlo del todo. Cada día contamos con un nuevo estudio que actualiza lo que sabemos.

En este contexto, uno de los aspectos que más se discute es la diferenciación sexual del cerebro. ¿Es distinto el cerebro de un hombre al de una mujer? A simple vista, todo parece indicar que sí.

Por un lado, el volumen de este órgano en los hombres es, por término medio, de un 13 % a 18 % mayor que en mujeres. En cuanto a los hemisferios, en varones se observa un mayor desarrollo del hemisferio izquierdo. También se han identificado diferencias en el tamaño del hipocampo o la densidad de materia gris y blanca. Entonces, ¿es esta la razón por la que los hombres y mujeres se comportan de modo diferente?

Si en apariencia es la respuesta más lógica, otras investigaciones señalan que la androginia cerebral es una visión más válida. Para entender mejor esta condición, se puede citar el estudio de Joel et al (2015) sobre las diferencias cerebrales. Mediante el análisis de 1400 imágenes cerebrales humanas, los autores concluyeron que cada cerebro tiene una combinación única de cualidades. En consecuencia, no existirían los cerebros masculinos o femeninos.

Más tarde, en 2018, la misma autora y su equipo publicaron un nuevo trabajo en el que analizaron la estructura de 2176 cerebros humanos. Ellos no encontraron ninguna diferencia significativa entre hombres y mujeres.

Androginia cerebral y salud mental

Cuando se habla de una persona “andrógina” se hace referencia a un individuo con comportamientos que combinan rasgos considerados masculinos y femeninos a nivel social. Siguiendo esta línea, la androginia cerebral se ha asociado a una mayor flexibilidad cognitiva al momento de adaptarse al entorno.

En este sentido, Zhang et al (2021) realizaron un estudio en el que analizaron imágenes neurales de 9620 personas. Los investigadores establecieron un contínuum o espectro cerebral masculino y femenino. Aquellos que se ubicaban en algún punto intermedio, mostraban menos síntomas asociados a la ansiedad y depresión, en comparación con aquellos que estaban en algún extremo.

Partiendo de esto, es posible afirmar que una configuración cognitiva más andrógina es beneficiosa para las personas. El motivo es que otorga al cerebro una mayor plasticidad que facilita la resolución de problemas y adaptación. A su vez, esto promueve el bienestar psicológico, ya que se experimenta menos estrés y ansiedad.

Implicaciones en los estereotipos de género

En los últimos años, las discusiones alrededor de la noción de género han aumentado tanto a nivel académico como entre el público general. Los estereotipos asociados a lo masculino y lo femenino son señalados como factores causantes de diversos problemas de salud mental. Por otra parte, la androginia cerebral se relaciona con mayor bienestar psicológico.

Estos trabajos refuerzan la idea de que los estereotipos de género pueden resultar perjudiciales para las personas. Por ejemplo, a nivel social no está bien visto que los hombres expresen sus sentimientos de una manera abierta. Además, suelen sufrir la presión social de ser el principal sustento económico dentro de la familia.

Por su parte, las mujeres con frecuencia son víctimas de discriminación en ambientes tradicionalmente masculinos. Como resultado, muchas mujeres desisten de alcanzar metas por considerarlas imposibles.

Los factores asociados a los estereotipos masculinos y femeninos pueden producir malestar emocional en hombres y mujeres. Sobre todo, en aquellos que se esfuerzan más por encajar dentro de los patrones establecidos a nivel social.

Contrario a esto, los individuos con un comportamiento más andrógino serían menos influenciables por estas líneas marcadas en el plano social. Así, son menos propensos a sufrir por estas presiones y se sienten mejor con sus vidas.

Para concluir, si bien hace falta más investigación, la evidencia actual demuestra que la androginia cerebral tiene beneficios para la salud. Los hallazgos mencionados ponen de manifiesto la necesidad de investigar más sobre el impacto de los estereotipos de género. Asimismo, es necesario evaluar qué medidas serían útiles para reducir sus consecuencias.

 

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