La Dirección Nacional de Medio Ambiente (Dinama) incautó los animales que tenía el argentino Marcelo Balcedo en su finca de Playa Verde, en el departamento de Maldonado. Una parte de la fauna fue trasladada al Bioparque de Durazno y otra al parque Lecocq. Desde la Secretaría de Comunicación Institucional se informa que había especies exóticas y autóctonas: «Entre las exóticas se encontraron dos guacamayos, un loro hablador, cinco llamas y dos alpacas, mientras que entre las autóctonas había cinco carpinchos y 14 ñandúes, que, si bien se constató su buen estado, la normativa vigente en Uruguay indica que está prohibido la captura y tenencia de animales silvestres o salvajes y de especies protegidas legalmente». Las aves están en cuarentena sanitaria en el parque Lecocq y todo indica que, si se confirma que tienen buen estado de salud, se decidirá devolverlas a su ambiente natural en la zona tropical. No se informa cuál será el destino de las llamas y alpacas, las que se evalúan en el Bioparque de Durazno. En el caso de las especies nativas (carpinchos y ñandúes) se les devolverá a su hábitat luego de los exámenes correspondientes. La gran pregunta es cómo fueron adquiridos las aves exóticas y cómo llegaron hasta la finca de Playa Verde. En el caso del llamado ‘loro hablador’, según la Dinama es una especie en continuo tráfico en Uruguay, pero los guacamayos es otra historia, porque están en extinción. Así lo informan desde la Secretaría: «Dos de ellas son guacamayos que integran el Apéndice 1 de la Convención [Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres -Cites, por sus siglas en inglés-], dado su mayor grado de amenaza de extinción. El Ara chloroptera, conocido como el guacamayo rojo o guacamayo aliverde, ave de la familia de los loros de gran tamaño, con un espectacular colorido y un llamado estridente con el que se comunican durante el vuelo. El otro guacamayo es el Ara ararauna, también conocido como guacamayo azul y amarillo perteneciente a la familia de los loros propia de América del Sur».
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