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LA LETRA CON SANGRE ENTRA

Año nuevo macrista: 3.000 despidos en la Enseñanza

En Argentina se registró un duro enfrentamiento entre la Policía y funcionarios de la enseñanza. El motivo fue el despido de unos 3.000 funcionarios.

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El pasado 23 de diciembre, Argentina se despertó con la noticia de que 3.000 contratos en el sector educativo habían sido rescindidos. Los despidos se concentraron (aunque no exclusivamente) entre los docentes de ‘Nueva Escuela argentina para el siglo XXI’, un programa educativo instituido en 1994, que se cursa online y que otorga 14 títulos de posgrado a docentes de todo el país. Todos los años, los funcionarios adscritos al programa, que ha sido reconocido como exitoso, renuevan su contrato con el Ministerio de Educación y Cultura (MEC). Los argumentos esgrimidos por los titulares del MEC fueron los usuales en estos casos: la escasa dedicación horaria de los docentes, el favoritismo utilizado al otorgarles los cargos, las continuadas inasistencias y la existencia de docentes que ni siquiera concurrían al trabajo. No obstante, se mostraron dispuestos a revisar la lista de los cesados, solicitando una tregua en las movilizaciones de la Confederación de trabajadores de la Educación (Ctera), para realizar correcciones a lo que ya se visualizaba como un avance más en el ajuste dispuesto por el presidente Mauricio Macri. Este lunes, cuando los trabajadores se disponían a realizar una asamblea en el Palacio Sarmiento (sede del MEC), con el objetivo de hacer el seguimiento de las negociaciones propuestas por el gobierno, encontraron la zona vallada, impidiéndoles el ingreso. Incluso, los delegados de la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE) que intentaron parlamentar con quiénes impedían la entrada, fueron brutalmente apaleados. En simultaneidad con la represión, el gobierno anunció que la prometida reunión con Ctera no se realizaría y que los despidos eran confirmados, con excepción de cien casos en los que había derecho a amparo por fuero sindical, licencia por maternidad y discapacidad. Esta vez al gobierno no le “ganaron de mano”, como sucedió el 19 de diciembre, cuando realizó idéntica movida en el Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet), dejando en la calle a 500 investigadores. En esa ocasión, los investigadores reaccionaron de inmediato contra la denominada ‘ley Barañao-Cecotto’ ocupando la sede del Ministerio de Ciencia, en la calle Godoy Cruz, en la zona de Palermo. En simultaneidad, llegaban al MEC un alud de cartas de connotados investigadores, tanto de Argentina, como del exterior, protestando contra la medida. El resultado fue que le torcieron el brazo al gobierno y debió desistir de la medida de ajuste. En este caso, el titular del MEC, Esteban Bullrich (que por otra parte, está de vacaciones) procedió más hábilmente, prometiendo una rectificación de la medida, que se plasmaría en una reunión bipartita. En lugar de ello, se valló la sede ministerial, se propinaron palos a los delegados y se canceló definitivamente la proyectada instancia. Este martes, los afiliados a Ctera, junto a los trabajadores de la Unión de Trabajadores de la Educación (UTE), proyectaron una gran movilización en forma de abrazo, rodeando el Palacio Sarmiento, abarcando el perímetro formado por las calles Pizzurno, Marcelo T. de Alvear y Paraguay, para protestar contra los despidos sumarios. Por otra parte, las gremiales denuncian que detrás de la medida existen intereses más sórdidos, ya que de no ser brindados por los tutores dispuestos por el MEC, los cursos para otorgar los postítulos -que son obligatorios-, sólo podrían ser dados por Gabriel Sánchez Zinny, socio de Bullrich, que dirige el Instituto de Formación Tecnológica (IFT), que es una réplica a nivel privado (y por lo tanto pago) del programa estatal ‘Nueva Escuela’. Además de los despidos, se reformularon los programas de enseñanza, de manera tal que si un docente no aprobaba una materia del programa no podría recursarla, quedando excluido del mismo, no quedándole otra salida que recurrir a los onerosos cursos de la IFT. De más está decir que los despidos masivos –además de ser una perla más en el “ajuste” dispuesto por Macri- constituyen un paso más hacia la privatización de la enseñanza en Argentina.

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