El Ministerio de Desarrollo Social (Mides) fue uno de los “precursores” del sistema de inclusión financiera en Uruguay, a través de la entrega de la tarjetas de alimentación de Uruguay Social -que son conocidas como “tarjetas Mides”-. Esa política permitió llegar de mejor forma a la población objetivo del programa y darle autonomía en la compra. Así lo afirmó la ministra de Desarrollo Social, Marina Arismendi, al comparecer ante la Comisión de Presupuesto integrada con Hacienda de la Cámara de Representantes. En este contexto, Arismendi se refirió a dos estudios externos -uno del Instituto de Economía de la Facultad de Ciencias Económicas y Administración de la Universidad de la República y otro del Banco Mundial- que evaluaron los impactos de las políticas de transferencias en los niveles de indigencia, pobreza y desigualdad. Estos estudios establecieron que “el 64% de reducción de la indigencia y el 10% de reducción de la pobreza se explican por las transferencias, es decir, Asignaciones Familiares y Plan de Equidad”. La ministra aclaró que en el caso de las Asignaciones Familiares, si bien el Mides colabora con la visita, el diagnóstico y el seguimiento, la política está a cargo del Banco de Previsión Social. En tanto, el Mides gestiona “las tarjetas de alimentación de Uruguay Social, las tarjetas ‘Mides’, como dice la gente”. Y se refirió, en forma subsidiaria, a la reciente polémica sobre la Ley de inclusión financiera: “Ayer, viendo un periodístico con este debate tan interesante sobre la ley de bancarización, un compañero, que sabe mucho de este tema, omitió decir que los precursores de la inclusión financiera fuimos del Mides porque, en medio de una crisis, nos planteamos cuál sería la mejor manera de llegar a la población objetivo y darle autonomía de compra. Ahí surgió la idea de la tarjeta”. Arismendi recordó que, en ese momento, se hizo un llamado a empresas para poner POS “y se nos reían en la cara”. Y afirmó que costó convencer a algunas empresas para que pusieran los POS en almacenes pequeños. “La idea de incorporar a los almacenes pequeños era asegurar al almacenero de barrio, del pueblito, de la localidad, una clientela, y a cambio el Estado exigía estar regularizado en el Banco de Previsión Social y la Dirección General Impositiva”. “En esa época, la situación de los pequeños comercios en todo el país era terrible y no queríamos favorecer a las grandes superficies, sino a ellos, sobre todo a los que estuvieran alejados de las grandes capitales. Así fue que se firmaron los primeros convenios con los comercios solidarios, se instalaron los primeros POS y apareció lo que la gente llama ‘Tarjeta Mides’”. Y contó que el otro día, cuando retornaba de Rivera, en la carretera se cruzó con un cartel que decía: “Se aceptan tarjetas Mides y tarjetas INDA». Arismendi afirmó que actualmente se está trabajando para unificar las transferencias monetarias del Estado “en un solo sistema”, y que el Mides está trabajando para convertir la transferencia en una sola forma de medida. A través del Índice de Carencias Críticas (ICC), se procura medir el umbral a que corresponde cada beneficiario, para que no se entregue una tarjeta INDA y una tarjeta Mides. “El objetivo es unificar en una tarjeta, que en un caso va a medir la situación extrema de riesgo nutricional de la familia, en otro si existen enfermedades crónicas o en otro si algún miembro de la familia tiene enfermedades crónicas. En ese sentido, tenemos todo un tema con la canasta para celíacos, que, si bien es una transferencia monetaria, se hace en productos. Es decir, estamos trabajando para unificar todo el sistema en una sola transferencia monetaria”, insistió. Más allá de esto, Arismendi consideró que “es muy poco el dinero que estamos transfiriendo”. “Hay gente que dice que estamos dando dinero a los pobres para que sean delincuentes, por decirlo brutalmente. Por supuesto, estos montos se ajustan por IPC, pero ustedes me dirán qué cosas puede hacer con 887 pesos una madre con un hijo”. Asimismo, la ministra destacó que es un buen momento para darse cuenta de que “todos, de una u otra manera, estamos recibiendo una devolución del Impuesto a la Renta de las Personas Físicas”. “Por ejemplo, en el Mides hay muchos trabajadores, funcionarios y técnicos que están recibiendo la devolución de IRPF por hijo, y eso es una transferencia monetaria, ya que esas personas no están pagando parte de ese impuesto porque tienen niños menores de dieciocho años a su cargo, están alquilando o comprando su vivienda a través del Banco Hipotecario del Uruguay”. “Y esto de la Canasta de Servicios es igual: se debe entender que más del 80% de las familias que tienen niños o niñas menos de dieciocho años reciben transferencias; lo que sucede es que algunos no se dan cuenta. Esto se debe a que no van a una ventanilla para que les paguen, sino que les descuentan del IRPF que aportan”, señaló Arismendi.
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