Asamblea Nacional Andaluza proclamará su independencia de España el 4 de diciembre

Al igual que los nacionalismos gallego, vasco y catalán, la corriente andaluza fue reprimida durante la dictadura de Miguel Primo de Rivera, y floreció de nuevo durante la Segunda República española

Esta sería una nación con capital en Sevilla, que abarcaría todo el sur español unificando a las ocho provincias andaluzas a las que sumaría Murcia y los territorios del Algarve portugués y el Rif marroquí.  “Los consideramos parte de Andalucía por lazos culturales y sociales, pero no vamos a invadir ni obligar a nadie. Nos gustaría que llegara por razones democráticas”, declaró Altamirano, según recogió Público. Altamirano es hijo de un dirigente franquista, pero él estuvo vinculado al Psoe. En los albores de la transición democrática, se unió al independentismo andaluz, fundando el partido independentista Somos Andaluces. Con estas formaciones políticas, los secesionistas han observado el proceso catalán como ejemplo.  

Los grupos nacionalistas andaluces de Málaga, constituyen un comité de apoyo permanente a Catalunya pic.twitter.com/ypuZLzFSlN

— ASAMBLEA ANDALUZA=*= (@AsNacionalAnd) 4 de octubre de 2017

“Catalunya es una nación que siempre ha sabido acoger a las decenas de miles de andaluces que, obligados por la pobreza endémica andaluza, mantenida y sostenida en el tiempo por los gobiernos centrales de España, tanto en el franquismo, como en la democracia en manos del PSOE, no tuvieron más remedio que dejar Andalucía para poder garantizar el futuro de sus hijos. Por ello, en estos momentos en los que el pueblo de Catalunya se moviliza por un derecho tan básico, como es el poder votar y decidir sobre su futuro, los andaluces no podemos permanecer al margen”, declara la ANA. Historia del nacionalismo andaluz Tanto la ANA como Somos Andalucía son organizaciones que recogen la matriz ideológica de un movimiento nacionalista andaluz previo, cuyo líder y teórico, Blas Infante, fue fusilado durante el Guerra Civil por las fuerzas franquistas. Al igual que la mayoría de nacionalismos, el andaluz se gestó a mediados del siglo XIX terminó de conformarse como movimiento cuando el ensayista y escribano Blas Infante publicó el manifiesto “El ideal andaluz” en 1915. Al igual que los nacionalismos gallego, vasco y catalán, la corriente andaluza fue reprimida durante la dictadura de Miguel Primo de Rivera, y floreció de nuevo durante la Segunda República española. En este periodo, Blas infante encabezó varias candidaturas de izquierda en los procesos electorales y logró que en 1933 se publicaran las bases del Estatuto de Autonomía para Andaluicía, el cual se esperaba que fuede aprobado en verano de 1936. Sin embargo, al igual que otros proyectos soberanistas como el gallego, el golpe de estado franquista que inició la Guerra Civil lo interrumpió. En cambio, sus adeptos han permanecido ligados a corrientes izquierdistas y sindicalistas como el Sindicato Andaluz de Trabajadores (SAT), que siempre tuvieron en su contra a la burguesía y a los terratenientes andaluces, beneficiados por el gobierno central. Líderes del SAT como Diego Cañamero o Juan Manuel Sánchez Gordillo están vinculados a Podemos e Izquierda Unida respectivamente.