Dos activistas de los Derechos Humanos y defensores del medioambiente fueron asesinados a tiros el martes en Honduras. Al menos cuatro sicarios esperaron a que miembros del Movimiento Unificado Campesino (MUC) culminaran una reunión para abrir fuego contra ellos, informó El País de España. Una de las víctimas era José Ángel Flores presidente del MUC, de 64 años, fue herido por impactos de bala y rematado en el suelo. Silmer Dionisio George, quien también era un líder de la comunidad fue herido y trasladado al hospital, pero luego falleció por las heridas. El ex canciller Rodolfo Nin Novoa, condenó enérgicamente el ataque y aseguró que los culpables deben ser llevados a la justicia para que los crímenes no queden impunes. Desde la organización Amnistía Internacional catalogaron el hecho como una tragedia y aseguraron que existe una “ola indetenible de ataques mortales que ha convertido a Honduras en una zona prohibida para defensores de derechos humanos”.
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