Miguel (Suar) exterioriza ante la terapeuta lo que siente por Fabiana (Bertotti). Ha tomado conciencia de que está enamorado de su paciente. Por su parte, Elisa (Díaz) encara a su otrora ayudante de cocina para indagar el porqué del encuentro con su esposo. Ante su actitud dubitativa, Elisa no tiene mejor idea que llevar a Fabiana al consultorio de Aldana (Lois) e irrumpir en la sesión de terapia individual que está tomando su esposo. La situación desconcierta a todos. La tensión invade el ambiente. Miguel no sabe cómo reaccionar ante semejante atropello de su mujer; lo único que desea es preservar su “vida privada”, esa que recientemente ha descubierto y que escapa a las fronteras de su propio matrimonio. Los deseos empezarán finalmente a concretarse. Miguel (Suar) perderá su voz, en un claro intento por seguir sosteniendo ciertos silencios. Una sesión de terapia reveladora será el puntapié para la reestructuración de la familia. Al recuperar el habla, Miguel no podrá callar más su amor por Fabiana (Bertotti). Sorpresivamente, quienes ofrecerán una reflexión más profunda sobre la situación serán sus propios hijos. Sin embargo, vanos serán sus intentos para conciliar las diferencias de sus padres. Miguel decidirá irse de la casa, a pesar de los ruegos desesperados de Elisa (Díaz). la sorpresiva muerte del padre de Elisa (Díaz) volverá a reunir a los Diamante, sacando lo mejor y lo peor de la familia. Elisa, muy angustiada por la situación, insistirá (y convencerá) a Miguel (Suar) de volver al hogar por una semana. Por su parte, los tres hijos del matrimonio prometerán a su padre esforzarse y encaminarse (cada uno en lo suyo) … como si de eso dependiera la tan ansiada recomposición familiar. Mientras tanto, Fabiana (Bertotti) ya no podrá ocultarle a Alan sus encuentros furtivos con Miguel. La pérdida de un ser querido ¿hará reflexionar a la familia sobre las decisiones tomadas? Miguel (Suar) volverá por una semana al seno familiar y comenzará a transitar un estilo de vida diferente. El reencuentro con Elisa (Diaz), en estado absoluto de negación ante la evidente crisis, lo obligará a armar una logística de mentiras para poder concretar sus encuentros con Fabiana (Bertotti). La excusa de un congreso médico será el marco perfecto para que Miguel y Fabiana puedan finalmente concretar su amor, aunque la tensión frente a tantas estrategias comienza a jugarles una mala pasada que amenaza con desestabilizar el vinculo. –
Hacete socio para acceder a este contenido
Para continuar, hacete socio de Caras y Caretas. Si ya formas parte de la comunidad, inicia sesión.
ASOCIARME