El ministro de Economía, Danilo Astori, explicó a la prensa que la negociación con UPM consta de tres etapas y que recién se está por cerrar la primera: «Son tres grandes etapas, nosotros estamos en las instancias finales de la primera, que se trata de lograr las firmas de un preacuerdo donde estén algunos requisitos fundamentales que van a orientar el trabajo de la segunda y tercera etapa». Astori explicó que los acuerdos que cierran este primer paso, están dados en «materia fiscal, de infraestructura, ambiental y laboral, que fue objeto de un acuerdo público». Cumplida esta etapa, cae el acuerdo de confidencialidad «y vamos a poder informar sin limitaciones acerca de todo su contenido». «El Parlamento está reclamando conocer esto y tiene toda la razón. Quiero transmitir la tranquilidad de que se va a conocer todo lo que se estudió y definió en esta primera etapa apenas podamos», afirmó. Astori explicó que la segunda etapa es larga: «Se van a tratar de abordar y cumplir los requisitos, obtener los permisos, construir una parte importante de la infraestructura que el país tiene que encarar y, en particular, el ferrocarril». También dijo que recién cuando esa segunda etapa culmine, se tomará una decisión final de inversión: «Esa tercer instancia tiene plazo: febrero 2020. Si no se realizara la decisión de inversión dentro de ese plazo, caen todos los acuerdos hechos, y habrá que comenzar de nuevo todo el proceso que lo hará el próximo gobierno», indicó. Al igual que la ministra de Industria, Carolina Cosse, Astori confirmó que las negociaciones son muy complejas: «No resultan fáciles en absoluto. Primero, porque son temas complejos; segundo, porque Uruguay defiende sus intereses con firmeza y ha tenido que plantear inconvenientes sobre muchos puntos en los que hubo que vencer diferencias y discrepancias con la otra parte que defendió con dureza los intereses de la firma», sostuvo. En relación a la inversión en el ferrocarril, Astori dijo que el Poder Ejecutivo, y, en particular, el presidente de la República, resolvió que ese ferrocarril es necesario para Uruguay, y no solo para UPM: «Necesitamos cubrir ese tramo de cualquier manera, aun si no existiera la planta de celulosa», afirmó. Dijo que era vital para el transporte de la producción agrícola y ganadera de la zona, «que hoy no se realiza porque tiene dificultades de competencia» por los altos costos del transporte: «Si hubiera un ferrocarril los costos descienden notablemente, sin romper carreteras. El ferrocarril hay que verlo como un medio de transporte que no es sólo para UPM y que, aún sin esa planta, es fundamental», concluyó.
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