Mediante un decreto que comienza a regir a partir del lunes 1° de febrero, el Poder Ejecutivo aumentó los valores para definir cuándo hay exceso de sodio, azúcares, grasas y grasas saturadas en los envases de alimentos, lo que altera el etiquetado.
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Según el decreto se entiende “pertinente en ésta oportunidad, ajustar los criterios para definir exceso de sodio, azúcares, grasas y grasas saturadas, según la nueva base para el cálculo en gramos de nutriente cada 100 gramos de producto».
La cantidad permitida antes de ser considerada un exceso subió a 500 miligramos. Hasta el momento se establecía que cada 100 gramos de alimentos sólidos podía contener 400 miligramos de sodio.
En el caso del azúcar se superó la barrera. Si antes se fijaba en 10 gramos el límite por cada 100 gramos del producto, ahora podrá tener hasta 13 gramos de azúcar cada 100 gramos de producto.
Para el caso de las grasas totales, el límite considerado un exceso pasó de nueve gramos por cada 100 gramos de producto, a 13 gramos.
En el caso de las grasas totales el límite para no considerar un exceso es cuatro gramos por cada 100 mililitros, mientras que en las grasas saturadas es tres gramos cada 100 mililitros.
Respecto a los azúcares se incluye «todos los monosacáridos y los disacáridos presentes en los alimentos, a excepción de la lactosa».
«A su vez, se exceptúan los azúcares naturalmente presentes en las frutas y verduras utilizadas como ingredientes en los alimentos», indica.
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