El Centro Cultural y Deportivo Flor de Maroñas contará con dos plantas destinadas a actividades culturales y deportivas para fortalecer la inclusión social y la convivencia en el barrio.
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En la planta baja funcionará una cancha techada donde se podrá practicar básquet, voley y patín.
En ese piso también habrá un espacio dedicado a salas para desarrollar otras actividades deportivas como gimnasia, pilates y musculación.
El local contará con vestuarios diferenciados para adultos y niños. También tendrá una rampa accesible y se habilitará un espacio para colocar un ascensor accesible.
En el primer piso se construirán cinco salones destinados a actividades culturales y recreativas: un salón que funcionará como taller de plástica, otro como sala de música y ensayos, y tres salones multiusos para alojar actividades de danza o teatro.
El arquitecto Germán Gil, director de la obra, contó que se está realizando con una “construcción atípica” en centros de estas características.
La estructura importante es de hormigón armado, pero la de la cubierta es de cerámica armada.
Esta es una técnica desarrollada en Uruguay por el ingeniero Eladio Dieste, que se basa en utilizar elementos cerámicos (ticholos o ladrillos) y poco acero, lo que permite economizar los costos de la obra pero obtener un trabajo de alta calidad.
“Es una técnica que permite salvar grandes distancias de luces sin pilares intermedios y genera un techo con forma de bóveda de un espesor importante”, explicó el arquitecto.
Además, esta construcción en forma de bóveda “tiene un buen comportamiento térmico y acústico” para el tipo de actividades que se van a desarrollar en el centro.
Se espera que la obra esté terminada para abril de 2020.
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