Banca de Quinielas alerta sobre los casinos on line

El proyecto de ley de juego que el gobierno remitió al Parlamento en octubre –que entre otros aspectos puede habilitar el funcionamiento de los casinos on line– fue cuestionado por el presidente de la Banca de Quinielas, Roberto Palermo, quien sostuvo que antes de ser enviado a los legisladores, se debería haber realizado un estudio del impacto que puede tener este tipo de juego en la sociedad.

“Son los representantes nacionales los que tienen que definir la pertinencia de habilitar un juego. Vamos a luchar para que eso no cambie, por el bien del país”, afirmó.

Destacó que la Banca ha sido certificada como empresa responsable en materia de juego y que es “la única empresa de América Latina que tiene una certificación de la Asociación Mundial de Loterías” (WLA por sus siglas en inglés).

La que sigue es la entrevista que mantuvo con Caras y Caretas en su despacho de la calle Lima y Fernández Crespo.

¿Cómo evalúa el proyecto de ley relativo al juego que el gobierno remitió al Parlamento en octubre pasado?

Lo estamos analizando, pero a primera vista vemos que este proyecto de ley supuestamente está planteando una reforma institucional y administrativa del juego, creando una entidad reguladora y otra comercializadora, cuando la primera de las funciones hoy ya existe y la ejercen la Dirección Nacional de Loterías y Quinielas y la Dirección Nacional de Casinos. Lo que se argumenta es que hay que separar la función de administración de la de explotación comercial, pero en realidad es un pretexto para desregular el juego. Si se lee el proyecto, la intención es regular el juego on line de los casinos. Es lo que está detrás de todo esto. En la exposición de motivos se habla de algo que nunca se había manejado y es que en Uruguay no hay normas acerca de cómo vendemos el juego internacionalmente. Se ve que quien redactó esto –a quien no conocemos–, está pensando en sitios de Internet que venderán servicios al exterior cuando en realidad, las empresas serias que explotan estos juegos no invaden otras jurisdicciones. Si vendo juego en Uruguay no invado el mercado brasileño, el argentino o el de cualquier otro país. Parece que con este proyecto hay alguien interesado en armar un sitio con estas características.

¿Tiene más comentarios sobre el tema?

Sí, cuando se envía un proyecto de estas características, que implica la regulación de juegos de casino on line, se debería hacer algunos estudios sobre cuál es el impacto que puede tener esta especie de juego sobre la sociedad. Porque los juegos pueden generar daño en la sociedad y por eso hay un principio rector en Uruguay –que tiene 133 años de vigencia–, y habla de la ilicitud de los juegos. El principio es que todos los juegos están prohibidos y eso lo consagró el legislador en 1882, porque se dio cuenta de que los juegos, a diferencia de cualquier otra actividad de trabajo o comercial, pueden perjudicar a las personas. Ya en esa época se miraba así y durante más de un siglo el país fue serio, porque se quería eliminar la adicción al juego en lugares como las pulperías o los bares. Incluso se decía que había que propender a impulsar otros valores en el país. Sin embargo, esos mismos legisladores habilitaron la lotería y las carreras de caballos, reconociendo que hay un impulso lúdico en la población y que había que usarlo como válvula de escape.

¿Qué juegos generan adicción?

Ahora se ha estudiado que son aquellos juegos en los que la persona tiene la posibilidad de rescatar lo que perdió y no tiene inhibiciones para hacerlo. Es el caso típico de los juegos como la ruleta, los tragamonedas. El ludópata vuelve a jugar insistentemente para recuperar lo perdido. Eso hoy se conoce como juego patológico. Por eso es que los casinos están en zonas balnearias preferentemente, porque no se puede hacer del Uruguay un gran casino. Otra cosa es el casino on line, que llega con el juego a la casa de la gente, que juega en forma anónima y sin que nadie la vea. En Europa ahora se están dando cuenta del error que cometieron cuando introdujeron el juego en el libre comercio. Eso es peligroso para la sociedad y hay que estudiarlo mejor.

¿Por qué cree que el presidente Tabaré Vázquez aceptó enviar este proyecto?

Nosotros sabemos que el presidente está en contra de las adicciones.

¿Hay datos confiables de los efectos del juego en las personas?

Bueno, se ha hecho la primera encuesta de ludopatía en Uruguay, que intenta detectar a los jugadores patológicos. Esta determinó que hay 1,1% de mayores de 18 años que se encuentran enfermos de este mal. La encuesta se hace en base al Manual de Diagnóstico y Estadística de la Sociedad Americana de Psiquiatría. Consta de 19 preguntas y si se contestan más de cuatro en forma positiva, entra en la categoría de jugador patológico. Y si se responden tres positivamente, se entra en la categoría de jugador problemático. Entre las dos categorías se detectaron 46.650 personas afectadas en el país. Es una barbaridad. Uruguay no está viendo lo que está pasando, pues la actividad de estas personas afecta a sus familias. Cuando se es adicto al juego, se hace daño a la relación con su familia, con su trabajo y con sus amigos.

¿Qué otros datos dio el estudio?

Que la ciudad con más jugadores patológicos es Maldonado, ya que tiene una mayor oferta de juego. Hay un segundo enfoque que se debe realizar: la recaudación del Estado, porque en el juego on line es difícil controlar los ingresos. Se genera una sobreoferta, ya ha pasado en países como España e Italia, y nosotros queremos saber cuáles son los efectos que tiene en esos países. Una experta europea llamada Susana Giménez me dijo que ellos consideran que la prevalencia de la adicción es en 5% de la población, por lo que estamos hablando de miles y miles de personas.

Con los casinos on line ¿se puede agravar la situación en Uruguay?

No tengo dudas, eso va a ser así. Cuando hay una sobreoferta y los casinos compiten entre sí, la persona puede llegar a jugar diez horas seguidas. No hay límites. Nosotros tenemos juego on line con los resultados de los partidos de fútbol, pero hay mecanismos para que el jugador se pueda excluir. Estamos obligados por haber sido certificados como empresa responsable en el juego. Nos llevó cuatro años lograrlo. Entre otras cosas implica hacer certificaciones sobre el juego problemático, también hicimos un simposio internacional al que asistieron los especialistas más renombrados en juego de primer nivel, todos ellos traídos por la Banca de Quinielas. Acabamos de llegar al último nivel, que también implica capacitar a los empleados, ser transparentes con el público en materia de premios, con el Estado y con todos quienes están relacionados con nosotros. También hemos certificado en tecnología, porque tenemos que darle transparencia a nuestros servicios, así como tener un centro tecnológico de respaldo. Son pilares fundamentales, pero somos la única empresa de América Latina que tiene una certificación de WLA.

¿Por qué se debería creer que la Banca de Quinielas y sus juegos son mejores que el juego on line?

En realidad, los juegos se inventaron porque el hombre necesita jugar para evadirse de la realidad y del esfuerzo constante de tener que ganarse su sustento. Es tan agobiante lo que vivimos que la gente busca estar aunque sea un rato en el mundo irreal del juego. Un filósofo francés de apellido Callois elaboró una teoría del juego, en la que incluyó hasta el mareo –que es irse de la realidad– y eso se ve en los juegos de lugares como Disneylandia. La enfermedad es cuando el hombre no sale de ese mundo y necesita vivir en el mundo ficticio del juego. El tema es que hay juegos que potencialmente pueden generar patologías y ellas no se ven en jugadores de lotería o de quiniela, que son los más jugados en Uruguay. Por eso el juego de los casinos on line se debe estudiar con mucho detenimiento y hacer verdaderas investigaciones para no generarle un daño a la sociedad, que ya tiene otros problemas como la droga o la inseguridad. Nosotros lo que queremos es que sea el Parlamento el que estudie la pertinencia de si hay que habilitar un juego o no, y que no suceda, como dice esta ley, que haya una entidad que lo determine. Son los representantes nacionales los que tienen que definir la pertinencia de habilitar un juego. Vamos a luchar que eso no cambie, por el bien del país.