“Lo sentimos hoy, estamos batiendo 200 mil muertos. Muchas de esas muertes con Covid, otras de Covid, no tenemos una línea de corte en ese sentido. Pero la vida continúa. Lo sentimos profundamente, estoy preocupado por mi madre que tiene 93 años. Si se contagia del virus, tendrá dificultades por su edad, pero tenemos que afrontarlo ahí ”, dijo el mandatario.
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“No sirve de nada continuar con esa vieja historia de ‘quedarse en casa que la economía verá más tarde’. Esto no funcionará, será un caos en Brasil, puede conducir a condiciones aún más dramáticas que las consecuencias del virus. No podemos convertirnos en un país de pobres, un país de desempleados, sin PIB [Producto Interno Bruto], endeudado. Un país tan rico como el nuestro con la población empobrecida por las decisiones de algunos. Lamentamos las muertes, la vida sigue. Y le pedimos a Dios que bendiga nuestro Brasil y bendiga al mundo, que al fin y al cabo somos sus hijos ”, concluyó.
La primera muerte de Covid en Brasil se registró el 16 de marzo. Brasil es el segundo país del mundo con más muertes en números absolutos, solo por detrás de EE. UU. Y, al igual que allí, la lucha contra la pandemia en Brasil ha cedido y sigue generando críticas.
Desde el inicio de la pandemia, Bolsonaro ha cuestionado las acciones de gobernadores y alcaldes para garantizar el aislamiento social y reducir la circulación del virus.
Se ha quejado de que estas medidas están dañando la economía y ha abogado por políticas que tuvieron poco apoyo en la comunidad científica, entre ellas el aislamiento solo de personas de grupos de riesgo y el uso de drogas sin evidencia científica, como la hidroxicloroquina.
El ministerio de la Salud del país sudamericano notificó 1.524 decesos en las últimas 24 horas, el segundo mayor número desde el inicio de la pandemia, con lo cual el balance se eleva a 200.498 muertes. El país ocupa el segundo lugar en la lúgubre lista de decesos a nivel global, y solo es superado por Estados Unidos.
En las últimas 24 horas se registraron en paralelo 87.483 contagios, un récord absoluto desde los primeros casos detectados en febrero.
El promedio de muertes en los últimos siete días es de 793 por día. Esa cifra confirma el repunte de la enfermedad, dado que había caído a 324 en noviembre. Desde inicios de junio hasta mediados de agosto había permanecido casi sistemáticamente por encima del millar de decesos diarios.
La rápida propagación del virus volvió a poner bajo presión al sistema de salud y los expertos prevén que la situación empeore considerablemente a consecuencia de las aglomeraciones masivas que se produjeron por las fiestas de fin de año.
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