La pasada madrugada el ejército israelí atacó en Siria varios objetivos del grupo chií libanés Hizbulá, aliado del gobierno de Bashar Al Assad. Esta acción fue respondida por el gobierno sirio con el disparo de misiles antiaéreos contra cazas sionistas. Uno de estos misiles fue interceptado por el sistema de defensa israelí, obligando a Tel Aviv a dar explicaciones del conflicto. El analista judío Noam Amir, dijo en entrevista con Canal 20 israelí que los radares sirios descubrieron aviones israelíes volando el espacio aéreo sirio. “Acontecimientos excepcionales obligaron al Ejército israelí a dar a conocer una declaración sin precedentes en la que reconoció que había realizado ataques contra objetivos sirios y que había interceptado uno de los misiles disparados por el sistema de defensa antiaérea sirio”, señaló Amir. La Comandancia de las Fuerzas Armadas sirias señalaron al “enemigo sionista” por “apoyar las bandas terroristas del Dáesh (acrónimo árabe del grupo yihadista Estado Islámico) en un intento desesperado de levantar su moral, hundida por las victorias del Ejército árabe sirio”. Ataque sobre mezquita en Idlib apunta a EEUU El pasado miércoles una mezquita fue bombardeada en la localidad siria Al Jineh (a 30 kilómetros al oeste de Alepo) provocando la muerte de 46 personas. También se han reportado más de un centenar de heridos según informó Rusia Today. El portavoz del mando central estadounidense, el coronel estadounidense John J. Thomas, reconoció públicamente que su país atacó vía aérea esa localidad, aunque matizó que «no apuntábamos a una mezquita», sino a un edificio que se encuentra «a unos 15 metros» de un edificio religioso «que aún está de pie». Presuntamente, el objetivo estadounidense era una reunión de miembros de Al Qaeda en Idlib, según señalaron las autoridades inicialmente. Sin embargo, posteriormente el vocero explicó que no estaba claro el lugar preciso, pero que se encontraba cerca de la mezquita de Al Jineh. Thomas afirmó que su equipo se apresurará a “examinar todas las denuncias” sobre muertes de civiles. El portavoz del Ministerio de Defensa ruso, Ígor Konashénkov, publicó una imagen del lugar bombardeado en la que se identifican restos de un misil tierra aire AGM-114 Hellfire, lo que evidencia la participación de occidente en este ataque.
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