El salto de Haddad es impresionante: pasó del 8% en 8 y 9 de septiembre al 16% (15 y 16 de septiembre) y ahora llega al 23%. Un salto de 15 puntos porcentuales en dos semanas. Bolsonaro se mantuvo con los mismos 33% de la semana pasada. Ciro cayó del 14% al 10%; Alckmin subió del 6% al 8%; Marina se mantuvo con el 5%; Amóedo y Meirelles tienen un 3% cada uno, Álvaro Dias tiene el 2% y los demás no puntuaron.
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La encuesta fue realizada por entrevistas telefónicas, realizadas a través de teléfonos fijos y móviles, los días 22 y 23 de septiembre de 2018. Esta es una diferencia en relación a las investigaciones de los institutos DataPoder e Ipesp, que son hechas por teléfono y electrónicamente.
La investigación está registrada en el Tribunal Superior Electoral (TSE) con el número BR-03861/2018. La supervisión técnica de la encuesta es de Gustavo Venturi, profesor doctor del Departamento de Sociología de la USP y ex director de Datafolha.
La investigación puede subestimar el potencial de Haddad, porque el 10% más pobre del país no es alcanzado en los levantamientos telefónicos -y es mayor el apoyo al candidato de Lula cuanto más pobres los encuestados.
Un aspecto relevante de la encuesta es la afirmación de voto «definitivo» por los votantes y señalan en el mismo nivel a Bolsonaro y Haddad (86% y 84% respectivamente) y cae mucho para los demás candidatos. En el caso de Ciro, este número cae al 58% y al de Alckmin al 56%. En la segunda vuelta, Haddad saltó del 38% al 40% en una semana y Bolsonaro cayó del 46% al 44%.
Las proyecciones asocian crecimiento de Haddad similar a Lula Y Dilma
La agencia de noticias financieras Bloomberg tuvo una idea simple y reveladora: reunió en una tabla las curvas de investigaciones de Haddad ahora en 2018 con las de Lula en las elecciones de 2002 y 2006 y las de Dilma en 2010 y 2014.
La tabla utiliza como referencia las búsquedas del Ibopee después de los resultados en la primera y segunda vuelta. ¿Qué muestra? Dos conclusiones son patentes: 1) la semejanza de las performances de Lula y Dilma en las encuestas; 2) Como la curva de las investigaciones de Haddad siguen las curvas de Lula y Dilma. El movimiento es inequívoco. Hay un crecimiento vertiginoso de la curva de Haddad, en busca de las de Lula y Dilma. Como los dos ex presidentes tuvieron sus candidaturas lanzadas meses antes de las elecciones, la curva de ambos en las encuestas presentó un crecimiento más lento. Ahora no. Con su nombre oficializado el 11 de septiembre, apenas una semana después Haddad dio un salto vertiginoso en las intenciones de voto.
En las encuestas realizadas en septiembre, Lula tuvo un 39% en 2002 y un 51% en 2016; Dilma tuvo un 35% en 2010 y un 36% en 2014. Haddad tuvo un 19%. Dada la curva del candidato del PT en esta elección, la interrogante es si la aceleración presentada entre agosto y septiembre se mantendrá, aunque con una desaceleración inevitable, puesto que en un mes, según el Ibope, Haddad más que cuadruplicó su intención de voto (del 4% al 19%). La tarea para que quede cerca del 41% de Dilma en 2014 (el peor resultado en las cuatro elecciones) implica doblar las intenciones de voto actuales de Haddad. En apariencia difícil, pero una subida de más del 50%, que parece razonable, lo colocará en la segunda vuelta con holgura.
Fuente: Brasil247