Derechista entre los derechistas, Eduardo Bolsonaro es un joven diputado carioca, hijo y colega del ultraderechista (no podía ser de otra manera) Jair Bolsonaro. Si bien todo parecía que era imposible superar en proyectos rídiculos a los de su padre, Eduardo parece haber llegado a la Cámara de Diputados para demostrar que todo se puede y que el fascismo no tiene límites. Con sus jóvenes 33 años, las posiciones de este legislador son dignas del siglo XIX: planificación familiar, incluyendo ligaduras de trompas obligatoria en el caso de mujeres pobres con hijos; baja de la edad de imputabilidad penal; leyes para favorecer la expansión del agronegocio como medida para frenar al Movimiento de los Sin Tierra; utilización de la violencia para desalojar a los ocupantes del Movimiento de los Sin Techo; y un etcétera que va en el mismo sentido; oposición al casamiento entre personas del mismo sexo, etcétera. Lo último del benjamín de la familia Bolsonaro es un proyecto de ley para criminalizar el comunismo. El proyecto fue presentado en mayo de 2016. Eso es lo de menos, porque en realidad cualquier diputado puede presentar lo que quiera, lo increíble es que va a ser analizado por la comisión de Constitución y Justicia y que tiene chances de llegar al Plenario. Si el proyecto de Bolsonaro avanza, también será necesario derogar varios artículos la ley antirracismo que son opuestos a la presentada por el derechista, para retroceder aun más. Este parlamentario considera que la misma ley que corre para quien hace apología del nazismo, sea para quien se defina como comunista y que el símbolo de la hoz y el martillo esté prohibido cual esvástica. El proyecto prohíbe manifestaciones públicas de movimientos sociales, sindicales, corporativos, etcétera que inciten al terrorismo, entendiendo como tal «a cualquier pretexto que avale los regímenes comunistas». La pena prevista es de dos a cinco años de prisión. Según Bolsonaro, el comunismo mató a más de cien millones de personas en el mundo, censuró prensa, religiones y opiniones, por lo que «sus adeptos están dispuestos a todo, y a perpetuar cualquier barbaridad», sostiene el hijo de quien en su día dijo «El error de la dictadura fue torturar y no matar».
Hacete socio para acceder a este contenido
Para continuar, hacete socio de Caras y Caretas. Si ya formas parte de la comunidad, inicia sesión.
ASOCIARMECaras y Caretas Diario
En tu email todos los días