Tras una ardua investigación, la Policía Federal (PF) de Brasil solicitó que fueran procesados el presidente en ejercicio Michel Temer y su hija Maristela. Los resultados de las pesquisas policiales llevaron a que ese organismo reuniera pruebas de que los Temer sobornaron en beneficio propio, haciéndose de una suma millonaria utilizando distintos métodos, desde coimas a secas, utilizando gastos personales, haciendo pasar por donaciones electorales, y un montón de tretas más, llegando a mantener empresas ficticias para contratación de contratos falsos. Todo eso culminó con la recomendación del pedido de procesamiento al actual mandatario de hecho, solicitud que la Policía presentó ante el ministro de la Suprema Corte, Luis Roberto Barroso.
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