-Querido Álvarez. Le cuento que la despedida de fin de año que organizó el presidente de la República, Tabaré Vázquez, en la residencia de Suárez y Reyes estuvo de maravillas, dijeran los madrileños.
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-Cuénteme, siga cochero…
-Hubo muy buena energía entre los invitados. Recuerde que había más de 100 invitados. Estuvieron los legisladores del Frente Amplio (FA), los ministros y los integrantes de la Mesa Política.
-Ajá.
-Vázquez llegó junto a la vicepresidenta de la República, Lucía Topolansky. Los comensales almorzaron chorizos, asado, morcillas y matambrito de cerdo.
-¿Y qué bebieron?
-La oferta era vino y refrescos. Aunque la mayoría de los presentes desecharon “el néctar de los dioses” -como decía mi querido padre- dado que tenían que manejar.
-¡Responsabilidad!
-¡Exactamont, Álvarez! Vázquez saludó uno por uno a los invitados.
-Se le acalambró la mano…
-Está acostumbrado, Álvarez, son muchos años de campaña. Darío Pérez, Eduardo De León y Raúl Sendic no asistieron al evento. Vázquez estuvo acompañado en su mesa por el ministro de Salud, Jorge Basso, el secretario general de la Presidencia, Miguel Ángel Toma, la senadora socialista Mónica Xavier, el prosecretario de la Presidencia, Juan Roballo, y el director de la Oficina de Planeamiento y Presupuesto (OPP), Álvaro García.
-Todavía siente la camiseta socialista, je.
-Uno de los que se destacó fue el ministro de Economía, Danilo Astori.
-¿Hizo un discurso rimbombante, Borges?
-No precisamente, Álvarez. Enloqueció a quienes compartían su mesa porque no podía programar un nuevo celular que se compró. Y, después, estuvo hablando todo el tiempo de las altas y bajas del plantel del Club Nacional de Fútbol.
-Fanático…
-¡Exactamont! Vázquez hizo un discurso de 20 minutos cuyos contenidos ya han salido en la prensa. Pero se lo puedo sintetizar en lo siguiente: una embestida de la derecha hacia el FA, en donde harán énfasis en que todo lo que hizo el gobierno de izquierda estuvo mal; un pedido a redoblar la militancia; profundizar el diálogo con la sociedad civil para transmitir los logros que realizó la administración de la fuerza política de marras.