El auxilio prestado por un barco chileno al buque Vanguardia de la Armada uruguaya, en aguas antárticas y en el medio de una fuerte tormenta, provocó un debate sobre si fue un “auxilio” o un “rescate”. En Chile se informó que un remolcador de la Marina “rescató” al buque Vanguardia de la Armada de Uruguay que se encontraba a la deriva en medio de un temporal en la Antártida, con ráfagas de viento de 85 kilómetros por hora. En Uruguay en cambio, el vocero de la Armada aseguró a El Observador que se trató de «un procedimiento común y corriente» y que desconoce por qué los chilenos «se sacaron tanto cartel con este evento». «Estamos muy agradecidos con los compañeros chilenos pero no fue un rescate como dicen ellos sino una asistencia», remarcó y agregó que si no hubiesen contado con el apoyo del remolcador igual hubiesen podido salir adelante y sortear la dificultad sin mayores complicaciones. No lo vieron del mismo modo los chilenos quienes al regresar a su país informaron a través de un comunicado que el rescate del Vanguardia» fue efectuado por el remolcador «Lautaro», al anochecer del 24 de enero en el área de la Caleta Potter, cuando le fallaron los motores en medio de un fuerte temporal de viento y nieve. En una eficaz maniobra que duró menos de 20 minutos, el «Lautaro», se aproximó al «Vanguardia» y logró traspasar un cable de remolque, evitando el peligro de naufragio, explicó el comunicado de la Marina chilena.
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