Por Pablo Silva Galván
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El Frente Amplio (FA) comenzó a sentir la falta del voto 50 y para hacerle frente comenzó a delinear su estrategia de cara al tratamiento de la Rendición de Cuentas. La particularidad de esta, a diferencia de otros años, es que tiene un carácter de presupuesto para el resto del período. En 2015 el Parlamento aprobó un proyecto de presupuesto que contemplaba las necesidades de dos años. El argumento del Poder Ejecutivo era que se esperaba un aumento del crecimiento económico a partir de este año. Pese a que las previsiones no se cumplieron, este año la Rendición de Cuentas tiene ese carácter de presupuesto que las anteriores no tenían: se hace necesario definir los gastos y recursos para el normal funcionamiento del Estado y sus instituciones en los tres años restantes del actual período del presidente Tabaré Vázquez.
De esta forma, el lunes 6 la bancada parlamentaria y la dirección del FA, encabezada por su presidente, Javier Miranda, se reunieron en la sede de la coalición con el prosecretario de Presidencia de la República, Juan Andrés Roballo, para comenzar a delinear una estrategia. La idea: buscar caminos para avanzar en la aprobación de proyectos de ley y, en particular, en la Rendición de Cuentas. De esa reunión surgieron dos novedades: se aplicará la disciplina partidaria para asegurar el voto conforme de los 49 diputados y se buscarán acuerdos puntuales con diferentes sectores y grupos. Los involucrados continuarán reuniéndose para analizar los temas en agenda.
Para aprobar la Rendición de Cuentas el oficialismo necesita 50 votos, pero tiene 49. En consecuencia, necesita asegurarse un voto más para aprobar el proyecto en general, lo que habilita a tratar artículo por artículo, la instancia en la que se hace necesario tejer fino para lograr acuerdos. Aprobar de esta manera la iniciativa será un proceso fatigoso.
Varias son las opciones que se abren. Una de ellas es el respaldo de Gonzalo Mujica. El diputado ahora independiente dijo al respecto al programa Todo pasa, de Océano FM, que está dispuesto a dar su voto, “en particular para aquellos artículos que no supongan aumento del gasto público”. Dijo que su preocupación es el déficit fiscal y que un mayor gasto puede agravarlo. No obstante, se mostró partidario de mantener programas sociales.
Otra opción es una Rendición de Cuentas más hacia la izquierda, para lo que muchos aspiran a contar con el voto del diputado Eduardo Rubio, de Unidad Popular (UP). Consultado por Caras y Caretas, Rubio recordó que “primero debería haber un proyecto, pero hasta el momento nadie conoce cuáles son las propuestas del gobierno”. En este sentido, agregó que hasta el momento se conocen tan sólo algunas ideas, pero que estas “no son el proyecto definitivo”. “Por lo que escuché, según lo que dijo el expresidente [José] Mujica, si no hubiera Rendición de Cuentas no se les caería el mundo arriba, lo que quiere decir que no están dispuestos a buscar los votos. No les importa”, sentenció. Durante la reunión del lunes, Mujica dijo que “no complica tanto que no haya mayorías” y consideró que si no hay Rendición de Cuentas “no se viene el mundo abajo”.
No obstante, Rubio indicó que para UP hay puntos claros: “Los hemos dado a conocer; por ejemplo, fortalecer el rol del Estado en la economía, no reducir el gasto público. Al revés, creemos que hay que aumentar el gasto público. Rechazamos las exoneraciones impositivas permitidas por la ley de inversiones y queremos que esta se derogue”. “Después habrá que hablar y buscar puntos de acuerdo”, sentenció. Rubio recordó que su sector ha planteado la derogación de la ley de inversiones, que “es la creadora de esta situación de privilegios para las multinacionales. Si nos plantearan la derogación de esta ley estamos dispuestos a respaldarla”. “Esto no quiere decir que apoyemos toda la Rendición de Cuentas”, aclaró, y agregó que incluso “cuando se planteó reducir los privilegios de las universidades privadas nosotros apoyamos el proyecto”.
Si bien UP no rehúye el diálogo, el propio Rubio dijo semanas atrás al semanario Brecha que no es la meta del grupo “ser el voto 50”. Tras afirmar que la situación política ha cambiado a consecuencia de la “crisis que vive el FA”, afirmó: “Nuestra línea no se modifica, porque no canjeamos votos. En lo que estamos de acuerdo votamos y en lo que estamos en desacuerdo no votamos”.
Una visión más optimista tiene el analista Agustín Canzani, quien semanas atrás dijo a Caras y Caretas que “va a ser un desafío nuevo, aunque yo tampoco interpretaría que el hecho de que el diputado Gonzalo Mujica se haya separado del FA automáticamente implique que no vaya a acompañar algunas iniciativas. De hecho, acompañó buena parte de ellas. Por ese lado pueden existir negociaciones, pero el FA conoció esto en otros casos”. “La otra alternativa puede ser negociar con el resto de los partidos. Lo veo más difícil, sobre todo para los casos de leyes de tipo presupuestal o con impacto fiscal. En los otros casos es posible que acompañen”, agregó.
Pero si el FA no alcanza el voto 50 no será posible considerar una nueva iniciativa. Los 50 votos son necesarios para aprobar el proyecto en general, lo que habilita a la discusión artículo por artículo. En caso de no aprobarse el proyecto que presente el Poder Ejecutivo quedará vigente el actual presupuesto, que no considera aumentos en el gasto público más allá de los ya realizados. Esto podría poner en peligro la continuidad –por lo menos impediría su afianzamiento– del buque insignia de este gobierno de Tabaré Vázquez, el Sistema Nacional de Cuidados.