Marcos Carámbula, integrante del Frente Amplio, exdirector de ASSE y político de amplia trayectoria se reunió con el presidente Luis Lacalle Pou hace 9 días para dialogar sobre la situación de la pandemia por coronavirus en el país, el plan de vacunación y el diálogo con la ciudadanía.
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Carámbula visitó el piso de Legítima Defensa para hablar sobre esa reunión, su análisis de la situación y su perspectiva futura.
¿Qué motivó el envío de la carta al ministro Salinas?
Una enorme preocupación. Tenemos que tener identificación real de la gravedad de la pandemia en Uruguay. Entre el 13 de marzo y el 15 de diciembre de 2020 hubo 10.000 casos. Entre el 15 de diciembre y el 22 de enero subió a más de 35.000. Entre diciembre y enero subió dos veces y media y el número de casos que tiene Uruguay de Covid-19 positivo. Es un elemento sumamente preocupante.
Las cifras de positivos diarios varían entre 730 y 800 en función de los test que se realizan, pero si uno mira el porcentaje de positividad siempre está en el 10, 11 y llegamos a un 14%, lo que habla de una realidad cotidiana que nos va a llevar en pocos días a los 40.000 casos.
Otro elemento preocupante es la saturación de los servicios de salud. Me remito a las declaraciones de la Sociedad de Médicos Intensivistas, del Sindicato Médico del Uruguay. Hemos estado en 97, 98, 112 internados en CTI, pero el número de camas de CTI tiene un horizonte finito que está dado no solo por la parte física, sino fundamentalmente por la parte del personal capacitado para atender. Esto no es alarmista, es la realidad concreta que vivimos hoy en día.
¿Es posible capacitar estudiantes de posgrado de Medicina para que atiendan en casos de Covid?
No es de un día para el otro. Allí se toman manobras complejas como intubación y hay 400 médicos capacitados más todo el personal de enfermería que tiene una formación particular por lo que requiere el CTI; además, está todo el manejo de tecnología que va acompañando al trabajo en un CTI.
El presidente Lacalle Pou anunció que el Gobierno cerró acuerdos con Pfizer y AstraZeneca. ¿Esto es lo que se habló en la reunión que mantuvo con usted y no podía decirlo en ese momento?
Exacto. Nosotros planteamos que Uruguay no podía en su estrategia ir «de colado» [como afirmó el presidente Lacalle Pou en conferencia de prensa], sino en la medida de lo posible asociarse a los países de la región. El presidente nos informó de las gestiones que venía realizando con Pfizer. Sinovac llegó en un primer momento por vía del gobierno chileno y después tenemos información de que había una oferta concreta del gobierno chino a través de la Embajada Uruguaya en China de una partida para llegar en febrero, que se estaría confirmando ahora.
El plan de vacunas, que sin dudas es una noticia muy importante, tiene que tener en cuenta tres parámetros: el grado de efectividad de la vacuna que llegue; el tiempo, porque no se inmuniza una persona de inmediato, son dos dosis y pasan tres semanas para la inmunización; y en qué marco epidemiológico se da.
En Uruguay tenemos un 45% de pérdida del hilo epidemiológico. La Unión Europea dice que después del 15% de pérdida la situación es de riesgo grave. Por ende, esa es la situación epidemiológica que tiene el país hoy. Otro elemento esencial es el grado de extenuación que tienen los trabajadores de la salud. Todos nosotros hemos hecho las cosas, en cierta parte, de forma virtual. Los trabajadores de la salud están desde el 13 de marzo en la primera línea de exposición. Hoy armar una guardia de CTI implica un enorme esfuerzo, armar una guardia de emergencias lo mismo.
Planteamos la necesidad de un diálogo ciudadano y de que haya señales concretas de diálogo donde el país entero, no solo el Frente Amplio (que por ser la fuerza política más grande del país tiene que tener la posibilidad de esa información), sino la sociedad en su conjunto tenga información. No podés pedir esfuerzo, restricciones de movilidad y todo lo que estamos pidiendo en una situación económica de vulnerabilidad si no hay claridad en cuál es el rumbo.
Nuestra idea es que la ciudadanía participe activamente con su planteo, con la informaicón, con las medidas económicas y sociales. El director del Pasteur tuvo una reunión con la Federación Uruguaya de Magisterio y hay una enorme preocupación porque se está planteando empezar las clases en marzo y vamos a estar en una situación de la pandemia mucho más grave que la que teníamos en marzo del año pasado. Entonces, imprescindiblemente Uruguay necesita tomar esto como un compromiso de carácter ciudadano nacional. La responsabilidad de nuestra gente es extraordinaria, pero tiene que tener la reciprocidad de la información correspondiente.