Catalunya aprueba su independencia; España aprueba la intervención

El Parlament de Catalunya (Cataluña) aprobó, por amplia mayoría, la declaración de independencia con relación al Reino de España. La respuesta “del otro lado de la frontera” fue inmediata: el Senado español aprobó el artículo 155 de la Constitución y decidió la intervención de Cataluña y la remoción de sus autoridades. La primera resolución se produjo en Catalunña. El Parlament debatió la independencia y la aprobó. La votación fue con voto secreto, con la ausencia de tres grupos, aliados en este asunto con el gobierno de Mariano Rajoy, el PP catalán, Ciudadanos y el Partido Socialista Catalán (PSC). El Sí a la independencia obtuvo 70 votos, 10 votos en contra y 2 en blanco. “Declaramos que Catalunya se convierte en un estado independiente en forma de República”, dice la resolución. Y promueve la creación de “una república catalana como estado independiente, soberano, democrático y social”. La independencia fue impulsada por los grupos de JxSí y la CUP, del presidente Carles Puigdemont. Tras la votación, Puidgdemont habló de la decisión: “Hoy el Parlament de nuestro país, legítimo y surgido de las elecciones del 27-S, ha hecho un paso largamente esperado y luchado […] Vienen horas en que a todos nos tocará mantener el pulso de este país, de mantenerlo sobre todo en el terreno de la paz, el civismo y la dignidad. Como ha pasado siempre y seguirá pasando”. “Somos una sociedad que siempre ha respondido pacíficamente”, dijo Puigdemont, según el diario La Vanguardia. Sin embargo, en ese momento, el Senado español abrió la posibilidad de analizar la aprobación del artículo 155 de la Constitución, con la intervención de la comunidad catalana, y cesar al Govern, al presidente Puigdemont. El PSOE, que mediante el PSC impugnó la resolución del Parlament, dejó de lado sus críticas a la propuesta de intervención y habilitó la votación. La mayoría constituida por el PP, PSOE y Ciudadanos votó a favor y el 155 se aprobó. El resultado fue de 214 votos a a favor, 47 en contra y una abstención. De esta forma, el gobierno de Rajoy tiene vía libre para la intervención, que incluye “el cese del presidente de la Generalitat, el vicepresidente y todos sus consejeros en el ejercicio de sus funciones”, así como la sustitución de “otros órganos o autoridades”. En este contexto, Rajoy solicitó tranquilidad porque “las cosas estarán bien y se harán con mesura y eficacia”. “España es un país serio, una gran nación y no estamos dispuestos a que algunas personas pretendan liquidar nuestra Constitución”, expresó Rajoy.