El reconocido intelectual estadounidense Noam Chomsky se encuentra en Montevideo brindando una conferencia a sala repleta. Chomsky llegó a Uruguay como parte del ciclo de conferencias organizado por la Fundación Liber Seregni, del Frente Amplio. En su disertación, Chomsky se refirió a la democracia actual y a los riesgos que se ciernen sobre el planeta. En este marco, Chomsky afirmó que una guerra mundial con el uso de armas nucleares y una catástrofe ambiental -como el calentamiento global- son los peligros más importantes e inminentes que se ciernen sobre el planeta, y para enfrentarlos se requiere una democracia fuerte. Y sus palabras fueron contundentes desde el inicio, al considerar que “nunca estuvimos tan cerca de la destrucción total” como en “la era Trump”. Dijo que, al contrario de lo que sucede en el mundo, en Estados Unidos “ha resurgido el boom del petroleo”, con una producción que alcanzará los 9 mil millones de barriles por día, más que Arabia Saudita. “Mientras todos el mundo toma acciones para sobrevivir, la nación más rica de la humanidad se dirige con mayor entusiasmo hacia la destrucción definitiva” del mundo. “Estados Unidos se dedica a destruir el mundo (y) todo el mundo mira a China para que lo salve”, dijo. Y destacó que “los esfuerzos para evitar la catástrofe están liderados por las naciones más primitivas”. Sin embargo, Chomsky valoró que en este caso el problema “no es sólo Trump”, sino que “son todos los líderes republicanos”. “Cada uno de los candidatos, sin excepción, o negaban el cambio climático o decían que quizás estuviera pasando pero que no había que hacer nada al respecto”. Es más, “los medios de prensa, incluso los liberales, también siguieron este juego”, ya que durante la campaña electoral “no se le hizo ninguna pregunta sobre el cambio climático, ninguna pregunta sobre políticas importantes sobre el medio ambiente”, cuando “esta amenaza es muy seria”. Pero además, el intelectual se refirió a los riesgos de un conflicto mundial. Chomsky tuvo palabras sobre la seguridad: “Se ha hablado mucho sobre seguridad, pero no nos referimos a la seguridad de la población, sino a la de los núcleos de poder; la seguridad de la población es una preocupación mínima […]. Opciones por la paz han sido descartadas y ni siquiera fueron tenidas en cuenta”. Dijo que desde el gobierno de Estados Unidos se promueve la idea de obligar a Corea del Norte a congelar sus programas nucleares y militares, con la amenaza de un ataque directo “que tendría consecuencias terribles”. A su entender, los lideres norcoreanos serían proclives a aceptar este proceso porque podrían destinar fondos para el desarrollo económico del país, pero para eso tanto Corea del Norte como China solicitar el compromiso de Estados Unidos de detener sus ejercicios militares en la frontera norcoreana. “Estas iniciativas fueron rechazadas hace dos años por la administración Obama” y también ahora. “Aceptar esta propuesta podría reducir la amenaza y la crisis”, señaló Chomsky. También habló de la democracia. Dijo que las políticas generadas en la época neoliberal han potenciado la amenaza que se cierne sobre el mundo, ya que “estas políticas excluyen a la población general en el proceso de elaborar políticas”. “La concentración de la riqueza y del poder político […] es una forma de afectar las instituciones y de disminuir la democracia real”, afirmó. En este sentido, afirmó que la campaña de Bernie Sanders durante la última elección presidencial en Estados Unidos fue lo más importante que aconteció en 2016, ya que “rompió con el modelo prevalente de más de un siglo de la política”. En Estados Unidos “las elecciones se compran, la financiación de la campaña ya podemos predecir cuales son las probabilidades de quienes van a ganar el congreso y la Presidencia”. “La campaña de Sanders rompió con este modelo, era apenas conocido, no tenía fuentes de apoyo, no tenía cobertura de los medios, utilizó el término socialismo y hubiera ganado la interna si no fuera por los embustes de los jefes de campaña de (Barack) Obama y (Hillary) Clinton”, dijo. Chomsky dijo que la democracia estadounidense desconoce a quienes están más por debajo en la escala social, y que por eso más que democracia debería llamarse plutocracia, y se refirió a los efectos regresivos de las políticas neoliberales sobre los salarios de los trabajadores. “Bajo estas condiciones la democracia apenas puede ser tolerada. En Europa, bajo el concepto de austeridad liberal, los burócratas […] escuchan a los bancos ricos del norte”. Y afirmó que el neoliberalismo promueve una “agenda de políticas económicas que llevan a políticas destructivas”. Destacó que la población nunca votaría a favor de reformas que afectan sus derechos laborales, por lo que para llevarlas adelante “debe sacrificarse la democracia” y se traslada la toma de decisiones a organismos que no han sido elegidos por el voto popular. “Estas políticas neoliberales apuntan a socavar el poder regulatorio de los países y a socavar el resistir los golpes de esta maquinaria de dominación […] Disminuir la democracia es una característica típica de los programas neoliberales; la concentración del poder económico, se traduce en concentración del poder político”, enfatizó. Chomsky afirmó que las instituciones políticas de centro han sido desacreditadas, hay decepción, miedo y enojo, lo que conlleva a un aumento de los partidos neofascistas en Europa. Pero sobre todo, implica que la toma de decisiones pasa desde el sector público a los mercados, y se hace creer que esto contribuye a la libertad individual, pero es al revés, se pasa el poder a las tiranías privadas sobre las que la gente no tiene ningún control […] La concentración de poder privado está libre del control del poder público”, argumentó Chomsky.
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