La cianobacterias son parte del ecosistema terrestre, fueron los primeros organismos que produjeron oxígeno y cumplen por tanto un papel fundamental en el planeta. La modalidad utilizada en la actividad productiva humana de las últimas décadas en Uruguay estimuló en ellas un desmedido crecimiento y reproducción que las transformó en un problema a resolver.
Hacete socio para acceder a este contenido
Para continuar, hacete socio de Caras y Caretas. Si ya formas parte de la comunidad, inicia sesión.
ASOCIARMECaras y Caretas Diario
En tu email todos los días
En el laboratorio de Limnología que integra la Facultad de Ciencias de la Universidad de la República (Udelar) se dedican a estudiar las cianobacterias desde principios de los años 90. Luis Aubriot, docente de este laboratorio, realizó un posgrado en fisiología de estos organismos en Austria y en 1995 cuando lo culminó y regresó al país se integró a trabajar en el equipo de investigadores de la Facultad de Ciencias que trabajan en el tema.
El Portal de la Udelar habló con Aubriot para conocer más acerca de esta temática.
Aubriot junto con las docentes Silvia Bonilla y Lizet De León investigaron acerca de la fisiología de fitoplancton y su ecología en lagunas costeras y distintos embalses. En el proceso de trabajo vieron que los primeros episodios de aparición de floraciones de cianobacterias se daban de forma esporádica en el verano, pero progresivamente se fueron haciendo más frecuentes y más extendidos en el territorio.
El investigador explicó que las cianobacterias se encuentran en océanos y principales cuerpos de agua dulce y tienen la peculiaridad que una vez que se modifican las condiciones ambientales, a diferencia de otras bacterias, son visibles a simple vista y generan un impacto muy grande. En Uruguay el primer registro de una floración de cianobacterias data del año 2000 y se refiere a un episodio que se dio en 1999 en la costa de Colonia. No obstante se registran floraciones de cianobacterias en el Río de la Plata desde fines de los años 70 principios del año 80 en los embalses de Salto Grande y en algunos casos en el Río Negro. En el verano del 2019 se registraron precipitaciones muy abundantes al norte y centro norte del país como no se habían dado en años anteriores, lo que provocó un fenómeno inusual, la floración de cianobacterias se registró desde la costa de Colonia hasta la de Rocha.
La investigación
Un grupo de investigadores está estudiando este fenómeno a través de un proyecto de la Comisión Sectorial de Investigación Científica (CSIC). Este trabajo se basa en la detección de las floraciones a través de satélite y estaba orientado en principio al análisis en embalses pero ya se está aplicando en reservorios de agua y corrientes de más caudal, también en el Río de la Plata. En el estudio concluyen que el origen de esa floración de 2019 fue el Río Negro y embalse de Rincón del Bonete y Palmar. Asimismo que el Río Uruguay actuó como un aportante de grandes caudales y empuje de floraciones de cianobacterias que se encontraban en los embalses, haciendo que estas llegaran al Río de la Plata.
Aubriot planteó que las cianobacterias obtienen los recursos que necesitan para vivir y reproducirse, de la atmósfera y del agua, de esta última extraen carbono, nitrógeno y fósforo, los nutrientes que requieren en mayor proporción. Evolutivamente en forma natural estos organismos están expuestos a muy bajas concentraciones de fósforo en el ambiente, frente a un aumento de estos nutrientes aumentan su crecimiento y reproducción. Por otro lado el fósforo es altamente reciclable y las cianobacterias pueden acumularlo en grandes cantidades dentro de la célula, por esto pueden subsistir semanas después que finalice su aporte. Además el ciclo de vida de las cianobacterias es muy rápido, su generación requiere de uno a tres días. La temperatura alta y la luz estimulan el crecimiento de las cianobacterias, otra condicionante es el tiempo de residencia del agua (por eso en su origen proliferan en lagunas y embalses y de allí son arrastradas por las lluvias abundantes a cauces más grandes).
El docente señaló que existen numerosos estudios científicos diagnósticos que demuestran que la aplicación de fertilizantes en superficie vinculada a nuevas modalidades de producción agrícola, es una de las principales causas del aumento de nutrientes en el agua, en especial fósforo. Los fertilizantes excedentes en el suelo son rápidamente lavados por las lluvias y terminan en los cuerpos de agua. El Ministerio de Ganadería Agricultura y Pesca también ha observado que la fertilización debería realizarse por perforación y no «al boleo» como se hace.
Medidas para combatir
Algunas de las acciones son la instrumentación de áreas buffer, de amortiguación o exclusión de la agricultura próxima a los cursos de agua, tratamiento químico de efluentes industriales y urbanos, asesoramiento a los tamberos, y adecuación de la fertilización a las necesidades del suelo. En cuanto a esta última acción muchos productores la están incorporando, cuantifican la cantidad de fósforo que hay en el suelo para detectar si este necesita o no fertilizante.
La forestación y dejar crecer praderas naturales en las márgenes de los ríos restringiendo el acceso de ganado a esas zona, son otras medidas que se han tomado para evitar el arrastre de los fertilizantes hacia el agua.
Recomendaciones
La Organización Mundial de la Salud (OMS) emite recomendaciones desde el año 1999 acerca de los niveles aceptables de cianobacterias en el agua, que se manejan en base a parámetros cuantificados a nivel de laboratorio (cantidad de clorofila, número de células entre otros).
Aubriot destacó que a los usuarios de las playas se les recomienda tener en cuenta la bandera sanitaria y no entrar al agua en caso de que exista esta advertencia. En zonas donde no hay guardavidas la recomendación es acercarse al agua y observarla. Si hay puntos verdes, similares a yerba muy dispersos, no habría un problema importante. Cuando se comienzan a ver manchas más densas, en la orilla en forma de líneas verdes, con el agua de un color verde más marcado, existe riesgo y en estas circunstancias es que el guardavidas coloca la bandera sanitaria.
Las vías de intoxicación son solo por inhalación, (como cuando las olas rompen) y por vía nasal o digestiva (cuando se traga agua), ya que no habría contaminación con la toxina a través de la piel. El peligro en estos casos es mayor para los niños porque pueden ingerir agua, llevarse las manos a la boca o a los ojos y por estas vías las toxinas ingresan al organismo, sumado a que por el bajo peso de los niños, estas tienen en ellos más efecto.