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El juez federal argentino Claudio Bonadío procesó este jueves a la expresidenta y senadora Cristina Fernández de Kirchner (2007-2015) y a un centenar de empresarios y exfuncionarios en la causa «de los cuadernos» que investiga irregularidades en la concesión de obra pública.
Bonadío dictó un embargo contra la exmandataria por $ 11,5 millones (U$S 250.000).
En tanto, dictó falta de mérito para Gianfranco Macri, hermano del presidente Macri.
Además procesó al exministro de Planificación, Julio de Vido, y al exsecretario de Obras Públicas, José López, entre otros funcionarios, y decretó la misma figura procesal contra numerosos empresarios, incluido el primo del presidente Maurcio Macri, Angelo Calcaterra.
Entre los empresarios procesados se encuentran el expresidente de la Cámara Argentina de la Construcción, Carlos Wagner, dueño de la constructora Esuco, y Benito Roggio, propietario de una firma que lleva su apellido, Hugo Eurnekián, dueño de la corporación América, y Héctor Javier Sánchez Caballero, director de la constructora de Calcaterra.
Bonadío procesó con prisión preventiva a otros ejecutivos, como Lázaro Báez, dueño de Austral Construcciones, Cristóbal López y Fabián de Sousa, del Grupo Indalo, y Gerardo Ferreyra, dueño de Electroingeniería, todos ellos detenidos en el marco de otras causas.
El magistrado acusa a estos empresarios que fueron adjudicatarios de contratos de obra pública de integrar una asociación ilícita entre 2003 y 2015, durante las presidencias del hoy fallecido Néstor Kirchner (2003-2007) y de su esposa Fernández (2007-2015).
En la llamada «causa de los cuadernos» la senadora Fernández está procesada con prisión preventiva por supuestamente liderar una asociación ilícita que operó en el país entre 2003 y 2015, que recibía comisiones de empresarios a cambio del direccionamiento de la obra pública.
