A un mes de la muerte de 1.776 colmenas, de 16 productores salteños, se sabe que el producto que mató a las abejas fue el Fipronil, un producto insecticida muy potente que afecta el sistema nervioso central de los insectos y que está prohibido en Uruguay desde el año 2009. Julio Pintos, presidente de la Comisión Honoraria de Desarrollo Apícola, dijo a Caras y Caretas Portal que «hay un ingreso ilegal del producto, porque en el país no está disponible su comercialización, entonces alguien envenenó a las abejas». En relación a la investigación que determinó este «crimen», según la calificación de Pintos, «se sacaron nueve muestras de plantas pero no se encontró el Fipronil en la citricultura», así que no se pudo establecer cómo llegó el veneno: «La investigación no queda acá; Servicios Agrícolas elaborará un plan de trabajo para ver si encuentra el friponil en otros lugares». La producción de las colmenas muertas se estima en unos 50.000 kilos. Pintos explicó que no hay miel afectada con este producto porque no hubo cosecha, ya que las colmenas estaban en período de desarrollo, por lo que también se descarta envenenamiento en la miel que se consume en el mercado interno o la que se exporta, que es el 95% de la producción total.
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