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Con Adriana Peña: Empezar a volver

La intendente de Lavalleja, Adriana Peña, dialogó con Caras y Caretas sobre su apoyo a la precandidatura del senador Jorge Larrañaga y a la campaña ‘Vivir sin miedo’.

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Por Isabel Prieto Fernández

Terminado el lanzamiento de la Semana de Lavalleja, en el MAM, la intendente Adriana Peña se hizo de unos minutos para dialogar con Caras y Caretas.

Peña, que apoyó la precandidatura de Larrañaga en las internas pasadas y vuelve a hacerlo para las próximas, se mostró entusiasmada con su decisión: “Ahora empezamos al revés. En los dos últimos períodos, Jorge [Larrañaga] era el ganador seguro. Sin embargo, por determinadas variables, fuimos bajando y el contrincante subiendo hasta quedarse con la candidatura. En esta oportunidad empezamos de abajo, pero la gente se va sumando a la propuesta y, lo principal es que lo hace con entusiasmo y con ganas de replicar. O sea, hay compromiso en quienes se unen, dijo, pidiendo agregar, porque Caras y Caretas ya estaba consultándole por ‘Vivir sin miedo’: “Todos los compañeros del Partido Nacional son buenos candidatos. Es una decisión nuestra acompañar a este líder, porque queremos que gane la interna y el gobierno”.

En relación con la campaña de firma ‘Vivir sin miedo’, Peña asegura que el 80% de la gente quiere firmar: “La ciudadanía entiende que es la única propuesta que puede trabajar en un tema que para mí es muy delicado”. Según la intendente, “cuando pasa un hecho de sangre, las personas al ver que no se pueden tomar medidas porque los fiscales tienen herramientas muy cortas en el accionar”, señaló esta mujer que no está de acuerdo con la pena de muerte: “El ser humano no puede cometer el mismo daño que el que mata a otra persona. Y mi gran temor es que cuando la gente empieza a tomar venganza por mano propia, vayan a matar a más de uno que sea inocente. Por eso apuesto a las instituciones públicas, a que sean quienes vean, juzguen e impongan la pena”, dijo.

El cambio que apoya Peña es la prisión perpetua revisable: “A una persona que le matan un padre, un hijo, un hermano, con una pena de cinco, diez o quince años no le podés curar el alma. La prisión perpetua revisable es la manera de decir a la sociedad de que el Estado se está encargando de quien cometió el crimen pague por lo que hizo, dando una señal a los deudos de que el Estado está tomando cartas en el asunto”, sostuvo.

Según Peña, de la campaña ‘Vivir sin miedo’ se debe destacar la autoridad que se le da a la Policía: “La Policía no puede entrar a los lugares donde se vende y arma la droga. Los narcotraficantes trabajan de noche y duermen de día porque nadie puede molestarlos. Al otro día cuando entran no hay nada. En Minas, el jefe de Policía armó todo una redada y cuando logró entrar, al otro día, no había absolutamente nada. Se rieron en la cara de él y le hicieron un escarnio público. Eso no puede suceder. Si realmente queremos combatir la droga, porque embarcan a los jóvenes y a sus familias en una vida de penurias, debemos poder utilizar un instrumento que no deje trabajar al que vende. Si no lo hacemos, nos estamos cruzando de brazos y eso lleva a las cosas terribles como lo que nos está pasando”, indicó.

Consultada sobre la infraestructura que proponen para la prisión perpetua revisable, Peña contestó: “Recuerdo cuando el senador Larrañaga propuso que se hiciera la cárcel que luego se acondicionó en Punta de Rieles. Con otras se puede hacer lo mismo”, afirmó, y contó una anécdota: “Cuando propuse a la gente firmar para la campaña, vino una muchacha y me dijo ‘Tengo a mi tío y a mi hermano en la cárcel. Te voy a hacer una crítica: no quiero que estén en esta cárcel. En campanero tienen todos los lujos, televisión, hacen gimnasia, tienen entretenimiento. Lo que hay que hacer con los presos es ponerlos a trabajar obligatoriamente. No es que quieran trabajar, ponelos a trabajar, porque cuando vean que van a ir a una cárcel a romperse el alma, van a pensar más a la hora de delinquir; te aseguro porque lo conozco’”.

No supo contestar cómo se haría eso legalmente, pero dijo que no debería comportar un problema: “Si la ley no lo permite, cambiémosla”, concluyó.

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