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El Tribunal Oral en lo Criminal 3 de la provincia argentina de Jujuy (norte) condenó el lunes a la dirigente social Milagro Sala a 13 años de reclusión por el desvío de fondos públicos destinados a la construcción de viviendas en la causa conocida como «Pibes Villeros», según medios locales.
La fiscalía había pedido 22 años de reclusión para la líder de la organización barrial Tupac Amaru por supuestamente defraudar al Estado en $ 60 millones (unos U$S 4 millones por entonces) cobrados a través de cooperativas para construir viviendas sociales.
El tribunal provincial, integrado por las juezas Alejandra Tolaba, Cecilia Sadir y Ana Carolina Pérez Rojas, consideró probado que la activista argentina fue jefa de una asociación ilícita que cometió extorsión y fraude en perjuicio de la administración pública.
Junto a ella estaban imputadas otras 29 personas, entre exfuncionarios y cooperativistas, acusados de los delitos de asociación ilícita, fraude a la administración y extorsión.
Catorce de los imputados fueron absueltos de algunos delitos «por el beneficio de la duda», mientras que el resto fue sentenciado a distintos años de cárcel.
Sala, que se encuentra en prisión domiciliaria desde agosto pasado por decisión de la Corte Suprema, sostuvo el lunes, al dirigirse al tribunal, que ella y sus compañeros eran investigados «por pobres y collas (pueblos indígenas de las provincias del norte del país)».
A dos días de cumplir tres años en prisión preventiva por esta causa, la líder de Tupac Amaru hubiera tenido que ser liberada este miércoles por vencer esta medida restrictiva a falta de una condena firme.
