El convenio, que se firmó el pasado viernes 23 de febrero en Torre Ejecutiva, representa una extensión a las oportunidades que ya se brindan a jóvenes privados de libertad. El requisito para acceder es tener 18 años o estar próximos a cumplirlos. Aquellos que habiendo completado ya una pasantía tengan un informe favorable de desempeño, podrán aspirar a cupos en el sector de la construcción, donde contarán con acompañamiento social y técnico durante los primeros tres meses. Actualmente hay 251 jóvenes potenciales beneficiarios de este convenio. El convenio firmado con representantes del sector de la construcción implica la generación de plazas laborales para jóvenes de 18 o más años y que hayan transitado por una pasantía laboral previa. Las pasantías derivan de los convenios de INISA con diversos organismos, como por ejemplo la Junta Departamental de Montevideo, entre otros. Durante las pasantías laborales, los jóvenes empiezan a trabajar estando vinculados a INISA (privados de libertad o con medidas sustitutivas) por tanto el acompañamiento educativo es de INISA. Luego, cuando termina la medida el acompañamiento educativo, los jóvenes continúan su proceso con Programa Acompañamiento al egreso en comunidad, principalmente a través del equipo Itinerante de INJU. Las pasantías pueden durar hasta un año y medio. Los jóvenes que logran culminarla con una evaluación positiva de su desempeño, cumplen con las condiciones de postulación para la inserción laboral en la Cámara de Construcción con el apoyo y articulación de SUNCA. Por este motivo el presente convenio establece una suerte de “segunda fase” de acercamiento de los jóvenes al universo del trabajo, con todo lo que ello implica en cuanto a incorporación de valores y normas de convivencia. Durante la firma del convenio en Torre Ejecutiva, el director del INJU, Federico Barreto expresó que en el instituto, a la par de estas medidas concretas para un grupo específico de jóvenes, “seguimos preocupados por los índices de 25% de desempleo juvenil. Es algo que nos desvela”. Barreto hizo alusión a la Ley de Empleo Juvenil: “tenemos herramientas, pero necesitamos que se sumen más empresas y ofrezcan trabajo digno a los jóvenes”. El director de INJU fue categórico al mencionar que “Uruguay es un país hostil con los jóvenes. Tenemos que reflexionar sobre eso”, expresó. Según expresó durante la firma la Directora de INISA, Gabriela Fulco, el presente convenio brinda a los jóvenes la oportunidad de “contar con modelos adultos alternativos”. “La pasantía educativo-laboral permite integrar consciente e inconscientemente valores como la disciplina, la convivencia no violenta y formas alternativas a la resolución de conflictos”, expresó Fulco. El representante de SUNCA, Oscar Andrade, también participó del evento en Torre Ejecutiva y expresó su alegría por este acuerdo. “Pasar de un pibe que te dice que es o que quiere ser el chorro del barrio a uno que te dice que es obrero o albañil es el desafío más grande que tenemos hoy”, enfatizó el dirigente para quien la capacidad de generar identidad es un punto fuerte de la incorporación del sector de la construcción en este proceso que involucra a jóvenes. También participó por el sector Ignacio Otegui, presidente de la Cámara de la Construcción de Uruguay, quien también se manifestó muy a favor de este tipo de iniciativas. Por su parte la Ministra de Desarrollo Marina Arismendi llamó a la reflexión con una pregunta “¿Cómo no vamos a poder con 358 chiquilines?”, en alusión a la población con medidas privativas con que cuenta INISA. La ministra destacó que se trata de la cifra más baja históricamente, pero también la que presenta realidades más duras y más complejas. Fuente: Mides
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