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Coronavirus: ¿Por qué una persona vacunada puede contagiarse?

En nuestro país se han inoculado con la primera dosis de alguna de las vacunas un total de 621.364 personas y 49.774, ya tienen puesta la segunda. A pesar del avance del proceso de inmunización, surgen varias interrogantes en el camino.

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El mensaje de los especialistas es claro: vacunarse es una manera efectiva de combatir la pandemia de covid-19. Pero, ¿qué significa exactamente estar vacunado?, ¿qué tipo de protección tienen quienes ya recibieron su dosis completa?

Las vacunas que hay en nuestro país han demostrado que son altamente eficaces a la hora prevenir la enfermedad que causa el virus SARS-CoV-2. Eso quiere decir que si una persona vacunada se contagia del virus, tendrá menos probabilidades de desarrollar síntomas o enfermarse gravemente.

En resumen, aún no se sabe si la vacuna evita que te contagies, lo que sí se sabe es que si te vacunas y luego te contagias, probablemente no te vas a enfermar.

Según la OPS (Organización Panamericana de la Salud) la vacuna creará inmunidad sin los efectos nocivos asociados a la Covid-19, incluidos los efectos a largo plazo y la muerte. Permitir que la enfermedad se extienda hasta alcanzar la inmunidad colectiva podría causar millones de muertes y un número incluso mayor de personas con los efectos a largo plazo de la enfermedad.

La inmunidad

Según la plataforma vacunal, luego de los 21 o los 28 días, la primera dosis puede conferir desde un 60 a un 80 por ciento de protección.

Ernesto Resnik, biólogo molecular y biotecnólogo argentino que reside en Estados Unidos en entrevista con el Portal Pág/12 consideró que “La inmunidad por vacuna no es diferente a la inmunidad por el virus cuando nos enferma. Lo que se espera es que genere una protección que sea capaz de vencer al coronavirus. Si lo neutraliza, en teoría, ese individuo no debería contagiar a otros porque al vencerlo lo que logra es impedir su reproducción”.

Cuando el virus se neutraliza, no puede ingresar a las células y si no lo hace, no se reproduce en millones de copias al interior del organismo. En efecto, la carga viral de un vacunado debería ser menor y, como resultado, infectar menos a otros. “Por lo que estamos viendo, en base a los datos compartidos desde Israel y algo de Gran Bretaña, eso es lo que finalmente ocurre. Sin embargo, no hay que desestimar que habrá personas que desarrollen una respuesta inmune leve y, potencialmente, al recibir el virus luego de ser inmunizados puede que lo contagien. Al menos en proporciones menores”, explica Resnik.

De este modo, si alguien se infecta con el coronavirus unos días después de ser inoculado, se producirá “una mezcla” de inmunidad debida a la proteína de la vacuna y al virus.

“Obviamente, la situación para enfrentar al patógeno es mejor si ya te diste la vacuna porque tuviste tiempo de, al menos durante unos días, de ir produciendo las defensas. Como mínimo, aquellos que ya se vacunaron y se contagian al poco tiempo consiguen acortar los lapsos de la enfermedad. No hay muchos datos de gente que se contagió días después de vacunarse, realmente son muy pocos”, destaca Resnik.

La vacuna debe acompañarse de otras herramientas

Con los casos en alza y con las variantes de Manaos y Gran Bretaña (probablemente) empujando una propagación más veloz del virus, puede existir el caso de personas que tras recibir la primera dosis se infecten antes de las tres o cuatro semanas, es decir, cuando los anticuerpos aún no están en condiciones de evitar la infección. Si uno se contagia a los diez días de vacunarse la infección funciona como un refuerzo.

Es por este motivo, esencialmente, que de acuerdo a lo que suelen afirmar los especialistas, la vacuna es una herramienta medular pero no es la única que debe emplearse al momento de combatir la pandemia. Los cuidados básicos ya internalizados (higiene de manos, barbijo y distancia), más aquellas pautas que se están imponiendo (la ventilación cruzada de espacios, la medición de CO2) se ubican como claves. Cuando el virus se propaga, las restricciones al movimiento deben incrementarse.

Esto es, se complementa con la primera dosis y se genera una respuesta de inmunidad de memoria. Sin embargo, si me agarro coronavirus inmediatamente después de recibir la primera dosis, el efecto protector puede que no llegue a actuar como sí lo hace tres semanas después de la inoculación.

Continuar cuidándonos y cuidar a los demás

Por todas estas razones, los expertos insisten en que, aun después de vacunarse y mientras no tengamos más información, hay que seguir tomando precauciones como el uso de la mascarilla y el distanciamiento social.

«Si estás entre los primeros grupos de personas que se vacunan, es mejor seguir usando mascarillas y mantener la distancia física para proteger a otras personas que aún no se han vacunado», dice el portal de Harvard.

Pero la capacidad de las vacunas de bloquear el contagio no solo determina qué tan necesario es que sigamos usando mascarillas y distancia social. El tipo de protección de la vacuna influye directamente en la posibilidad de alcanzar la anhelada inmunidad de rebaño.

 

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