Coronel Eduardo Ferro, prófugo de la Justicia, fue detenido en España

El coronel (r) Eduardo Ferro fue detenido en España ante una orden de captura internacional en su contra librada por la Justicia uruguaya, según informó Telenoche. La jueza Penal de 10º Turno, Dolores Sánchez, solicitó su captura en el en el marco de la causa que investiga el secuestro y desaparición de militante comunista Óscar Tassino. A fines de 2016, la Justicia dispuso la citación de Ferro a los efectos de interrogarlo en relación al crimen de Tassino. Su esposa recibió la citación y explicó a los Policías que su marido no estaba en el país ya que había viajado a Europa para participar en un evento internacional de karate y que volvería a fin de año. Ante esto, la jueza Sánchez fijó la audiencia para el 13 de marzo. En febrero se libró una nueva citación, pero Ferro no pudo ser ubicado en sus lugares habituales y nunca compareció. Por este motivo, a pedido de la fiscal Mariela Luzi, la magistrada libró una orden de captura nacional e internacional en su contra para ubicar su paradero. Según los registros de la Dirección Nacional de Migraciones Ferro salió de Uruguay el 15 de octubre de 2016 con destino a Europa y nunca regresó. Tras notificarse de la detención de Ferro, la Justicia uruguaya procederá a solicitar su extradición de forma de tomarle declaración en relación a la desaparición de Tassino. En este marco, Ferro también es investigado en otras causas por graves violaciones a los derechos humanos durante la última dictadura, entre ellas, la detención y secuestro en Brasil de los militares del PVP, Lilián Celiberti y Universindo Rodríguez, en el marco de la participación de los servicios uruguayos en el Plan Cóndor. Según una crónica del periodista Roger Rodríguez, durante la dictadura, Ferro desempeñó tareas en el Organismo Coordinador de Operaciones Antisubersivas (OCOA) y en el centro clandestino de detención y torturas “300 Carlos”, ubicado en los fondos del Batallón Nº 13. Lo hacía bajo los alias de Oscar y Guillermo. Se trató de uno de los hombres más relevantes dentro del organigrama militar de la dictadura, con una fuerte influencia entre sus pares. Entre 1988 y 1991, tras el retorno de la democracia, Ferro fue designado jefe del Departamento III de la Dirección General de Información de Defensa (DGID).