Juan Domingo Salerno y Edeberto González de la Vega, dos represores argentinos de la dictadura que estaban presos y que se habían contagiado de coronavirus murieron.
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Juan Domingo Salerno era un ex policía bonaerense procesado por crímenes de lesa humanidad en la órbita del Circuito Camps; mientras que, el segundo, Edeberto González de la Vega había sido sentenciado por las explosiones de Río Tercero.
Ambos represores, hoy fallecidos, compartían su sentencia en la unidad penal 34 de Campo de mayo, donde según informa Página 12, un total de 29 genocidas han contraído covid-19 y se espera que, con la muerte de Salerno y González de la Vega, se intensifiquen los pedidos de los abogados defensores de los restantes afectados, para que cumplan sus sanciones en sus domicilios.
Hasta la fecha estas solicitudes, en general, han sido negadas por la justicia de vecino país.
De acuerdo al medio argentino “los detenidos que dieron positivo fueron trasladados al hospital del penal de Ezeiza y a la unidad penitenciaria que funciona en el hospital Muñiz”.
“El día 22 de Julio se realizó en el penal un hisopado a todo el personal perteneciente al Pabellón A y B, dando como resultado, internos positivos”, informó el pasado viernes el Ejército.
En ocasión del hisopado general, los resultados arrojaron que 29 de los represores detenidos habían dado positivo al examen.
Por ello y con independencia de que presentaran o no sintomatología, fueron trasladados al pabellón de penitenciarios del Hospital Muñiz y al Hospital Penitenciario Central 1 de Ezeiza, señala Página 12.
Los que presentaron sintomatología y que requerían internación pudieron hacerlo en sus correspondientes Hospitales Militares para su seguimiento”, puntualizó el Ejército en su informe. “Entre los represores contagiados, figuran Julio Almada, Hugo Castagno, Rubén Chávez, Raúl Córdoba Sacheto, Héctor Francescángeli, Julio Simón, Carlos Franke, Carlos Leguizamón, Orlando Pérez, Ricardo Perrin, Juan Risso, Miguel Slaterry y Eduardo Ullúa”, informa esta jornada el medio de prensa.
Muchos de estos represores presos habían solicitado con resultados negativos la prisión domiciliaria apenas se declarara la presencia de la pandemia en el país, a fines de marzo, por ello, refiere Página 12, ante este nuevo escenario se espera que “volverán a la carga”, para intentar así eludir el cumplimiento de sus sanciones en prisión.
En su descripción de la situación, el medio de prensa argentino recuerda que ya, anteriormente, uno de estos represores había conseguido acceder al beneficio de la prisión domiciliaria.
“Es el caso de Jorge Lazarte, uno de los 28 represores que contrajo la enfermedad intramuros. Lazarte, que permanecía en el penal de Campo de Mayo desde hacía poco tiempo luego de violar la prisión domiciliaria más de 30 veces, logró que le devolvieran el beneficio”.
Los represores presos no son los únicos afectados por covid-19, en esa misma unidad penal hay siete efectivos del Servicio Penitenciario infectados.
Página 12 recuerda que esta no es la única unidad penal con presencia del virus del covid-19 entre los represores prisioneros ya que en el penal de Ezeiza se registró otro caso, el de Ramón Ojeda Fuentes, quien había sido condenado en diciembre de 2013 en el marco de la causa “Arsenales II-Jefatura II” a 20 años de prisión por los delitos de asociación ilícita agravada (como autor); violación de domicilio; privación ilegítima de libertad; tormentos agravados; torturas seguidas de muerte; y homicidio agravado por alevosía, con el fin de lograr impunidad y por el concurso premeditado de dos o más partícipes.