La huelga de camioneros en Brasil pone de manifiesto la desastrosa gestión del gobierno liderado por Michel Temer. A diferencia de lo que sucede en Venezuela, donde empresas multinacionales de gran poder como los laboratorios, no hacen llegar sus productos al país o los acopian, la crisis brasileña está directamente ligada a la mala administración de los recursos del Estado. Los camioneros, debido al alto costo del combustible producto de los impuestos, están realizando una huelga que desbarajustó toda la economía. El intendente de San Pablo, Bruno Covas, declaró el estado de emergencia en esa ciudad de 12 millones de habitantes (el Estado tiene más de 40.000.000 de habitantes). La medida es cuestionada porque, si bien autoriza a requisar bienes privados, como productos que puedan estar «guardados» en grandes almacenes, también permite realizar compras sin previa licitación y otras prerrogativas que no serían posibles en un estado de derecho.
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