En un innecesario acto de crueldad política a los que nos tiene acostumbrados, el inefable Lacalle Pou, recibió con toda pompa al ex intendente de Paysandú, Bertil Bentos, que hace meses se fue del Larrañaguismo al Herrero Aguerrondo Lacallismo, para escarnecer públicamente otra vez, un poco más, a Jorge Larrañaga. Si es tan cruel con quienes le darán sus votos si sale candidato del Partido Nacional ¿qué puede esperar el resto de la población que no lo vota? Eso sí, para adular colorados el joven lambeta está siempre dispuesto. No sólo abrió todas las pantallas de la tevé al ex presidente Sanguinetti para blanquear su reingreso a la política activa , sino que ahora le hace tomar lecciones a los blancos , por quién descuartizó a su padre Luis Alberto Lacalle Herrera con la «embestida baguala». En efecto, un increíble aviso publicitario da cuenta de que se inicia un curso de formación de líderes blancos titulado «Sociedad y Valores para el Uruguay que viene». El mismo aviso nos anuncia un ciclo de conferencias , con un panel a cargo de Julio María Sanguinetti, Dolores Benavente, Tomás Linn y Pablo Bartol. Aunque Usted no lo crea, este acto tendrá lugar el miércoles 22 de agosto en la histórica «Casa de los Lamas», sede del Movimiento Nacional de Rocha (que supo ser bastión del progresismo wilsonista y hoy es una triste coladera del Pompismo), estando la coordinación del Programa a cargo del editorialista blanco de El País, Tomás Teijeiro y el diputado de la lista 40, Rodrigo Goñi, integrante del Espacio 40, que responde a Lacalle Pou. Aunque Usted no lo crea (a nosotros nos cuesta), Pompita le pide cátedra, y en la Casa de los Lamas, a Julio María Sanguinetti… todo dicho. El festejo -equivocado- del cumpleaños del Partido Nacional Pero también resulta difícil creer que los dirigentes del Partido Nacional no sabe bien ni siquiera cuándo comenzó su trayectoria, y da una fecha equivocada. El 10 de agosto, el Partido Nacional lanzó en su página web y a través de los canales de TV, un video con banda musical que comienza por una leyenda que dice: «182 años Partido Nacional» . Luego muestra las efigies de Manuel Oribe, Leandro Gómez, Aparicio Saravia, Luis Alberto de Herrera y Wilson Ferreira Aldunate, para terminar diciendo «Luchando por las libertades», «El futuro es Partido Nacional». De esta forma, equivocadamente, desde el 10 de agosto el Partido Nacional festeja sus «182 años», cuando la verdad es que el 19 de setiembre próximo comenzará a cumplir (y aún eso es dudoso) ese aniversario. ¿Por qué decimos esto? Porque el Partido Nacional nació junto con el Colorado en la Batalla de Carpintería en la que las fuerzas al mando del presidente constitucional de la República, Brig. Gral. Manuel Oribe derrotaron a los insurrectos comandados por el Brig. Gral. Fructuoso Rivera.Hay ante todo un vacío ideológico total, pero se parte de un error curioso . Así de claro. ¿Quiénes afirman que el 19 de setiembre de 1836 es la fecha correcta? Veamos. Wikipedia dice: «La denominación partidos tradicionales, partidos históricos, o partidos fundacionales, es usada para referirse en forma genérica a los partidos políticos fundados en el siglo XIX en Uruguay , el Partido Nacional (inicialmente llamado Partido Blanco y aún hoy día también conocido bajo esta denominación) y el Partido Colorado . (…) su «acta de nacimiento» es la Batalla de Carpintería ocurrida el 19 de septiembre de 1836. En dicha batalla las fuerzas gubernamentales (…) se enfrentaron a fuerzas revolucionarias, al mando del ex presidente Fructuoso Rivera , aliado con los unitarios argentinos exiliados en Uruguay al mando de Juan Lavalle . En esta batalla, las tropas gubernamentales se distinguieron usando vinchas blancas, las cuales lucían la inscripción «Defensores de las Leyes». Las tropas de Rivera usaron como distintivo una vincha hecha con el forro de los ponchos, que era de color rojo». Lo mismo dice el diplomático, Doctor en Historia por la Universidad Complutense de Madrid e historiador nacionalista Juan José Arteaga en su libro «Uruguay – Breve Historia Contemporánea» (Fondo de Cultura Económica, 2000, 390 páginas), que afirma: «el 19 de setiembre de 1836, las fuerzas riveristas fueron derrotadas por las del gobierno (de Manuel Oribe) en la Batalla de Carpintería. Por primera vez se habían usado los distintivos o divisas blanco y colorado para distinguir a los seguidores de uno u otro bando, pues carecían de uniformes. (…) Las divisas no eran en ese momento partidos políticos en el sentido moderno del término, definidos por un programa, sino más bien se trataba de corrientes que expresaban direcciones históricas, tendencias, afinidades y simpatías. Cada divisa era policlasista y heterogénea en sus componentes, pero estaba cohesionada por su adhesión emocional a un caudillo y a lo que él representaba. (….) Décadas después de su creación se convirtieron en partidos políticos, con su organización y programas, acompañando la evolución del Uruguay independiente hasta los tiempos contemporáneos». Si algún blanco no le cree a este correligionario, seguramente van a tener que atender a este dictamen: «Blancos y Colorados, sin llegar a constituir aún partidos orgánicos, definen sus tendencias a raíz de la guerra civil de 1836, sustentando unos el principio de autoridad identificado con la nación, y otros el de la Revolución, personificada en la figura del caudillo. Nacionalistas los primeros, querían plasmar mediante la organización constitucional los destinos del país, y vivir en paz dentro de sus fronteras; surgían en cambio los colorados, aliados a la emigración unitaria, con una visión política que desbordaba los contornos de la República y que aspiraba abarcar en sus soluciones, problemas de estados vecinos. En realidad, en el choque entre el Presidente de la República y el ex Comandante de la Campaña se cruzaron dos modalidades, dos espíritus que suelen estar a menudo en lucha; el de la revolución que prolongaba su impulso, el del orden que una vez constituído anhelaba la normalidad y la ley». Este texto pertenece al libro «Historia de los partidos e ideas políticas en Uruguay» Tomo II (1956: 153 – 154), de Juan E. Pivel Devoto. Aún no puedo creer que yo haya leído éstos textos y los mismos no hayan sido leídos por los dirigentes blancos. Tal vez tengan otras fuentes pero no espero que se pongan a discutir conmigo estas cosas- Es natural que los blancos anden confundidos: tienen muchos problemas. Además de Bascou, y demás antecedentes, tienen a Felipe Bruno, larrañaguista Presidente de la Junta Departamental de Tacuarembó, que por habérsele exigido el pago de 500.000 dólares que debe de Contribución Inmobiliaria a la IMD, reclamó y reafirmó que es necesario que vuelva una dictadura; y a Rodrigo Blas, Edil y Presidente del Partido Nacional en Maldonado, otro poderoso comerciante pompista, condenado a pagar una multa de 1,9 millones de dólares por evasión por la DGI. Estos son los blancazos que se florean con la divisa «Defensores de las Leyes», que ostentó Manuel Oribe, Teniente de Artigas, y que ellos mancillan. Con razón le piden consejos públicamente a Julio María Sanguinetti, que no para de reírse de ellos, y todavía capaz que les da alguna otra sorpresa.
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