Hacete socio para acceder a este contenido

Para continuar, hacete socio de Caras y Caretas. Si ya formas parte de la comunidad, inicia sesión.

ASOCIARME

Cuando el poder judicial es lo opuesto de la justicia

Por Emir Sader.

Suscribite

Caras y Caretas Diario

En tu email todos los días

Lula ya tiene fecha para el juicio en segunda instancia, el 24 de enero; pretenden imposibilitarlo por ley a candidatearse a la presidencia de Brasil. Se han batido todos los récords para agilizar la condena, más todavía conforme se dan cuenta de que a cada mes, a cada semana, a cada día, Lula se vuelve más fuerte, gana más apoyo, recorre más territorio de Brasil con sus caravanas. Hay, entonces, que condenarlo lo más pronto posible. A lo mejor, elevar la pena de nueve años y medio a más: a 15, a 20 anos, para hacer coro con los medios, que han vuelto a propagar en sus editoriales que lo único que pueden hacer es aprehender a Lula. Caso contrario, él va a incendiar el país con su odiosa comparación entre lo que él ha hecho, cuando ha presidido el país, y lo que hacen ellos. Rápido, mas rápido, antes de que Lula vaya al norte del país, a la Amazonia, que ellos quieren entregar directamente a los gringos. Antes que vaya al sur, bastión de la derecha, conquistar el apoyo popular, antes que, con sus caravanas, Lula desarticule lo que hasta hace poco era el reinado de la derecha. Pero las cosas no son tan fáciles. Si no hay unanimidad en la decisión, en esa instancia hay recurso. Caso contrario, habrá recursos al Supremo Tribunal Federal. Y, sobre todo, como se puede hacer todo con las bayonetas y las condenas, salvo sentarse sobre ellas, está el pueblo en las calles. Ya se verá quién tiene más fuerza. Lula está muy tranquilo. Como siempre dice: ha probado su inocencia; ahora los chacales tienen que probar su culpa.

Dejá tu comentario

Forma parte de los que luchamos por la libertad de información.

Hacete socio de Caras y Caretas y ayudanos a seguir mostrando lo que nadie te muestra.

HACETE SOCIO