Cuatro ciudadanos nigerianos llegaron este sábado en carácter de polizones a Uruguay. No se trata de la primera vez que sucede ni será la última. Sin embargo, la Institución Nacional de Derechos Humanos (Inddhh) debió intervenir ante las falencias del Estado uruguayo para brindarles una solución efectiva en sus primeras horas en el país. Sobre primeras horas del sábado, el capitán de un buque con bandera de Islas Marshall, que provenía del puerto de Lagos (Nigeria) con destino al puerto de San Lorenzo (Argentina), realizó una llamada de emergencia a la base de la Armada en el puerto de Montevideo. El hombre denunció que en el barco había cuatro polizones que se habían amotinado y amenazado a la tripulación con fierros, bomberitos y un extintor, según informó este lunes Telemundo. Efectivos de la Armada intervinieron en el hechos y los cuatro hombres fueron detenidos y el barco escoltado hasta el puerto de Montevideo para el inicio de una investigación administrativa. Los cuatro hombres –que pretendían llegar a esta zona de América para solicitar refugio- fueron puestos a disposición de la Justicia Penal. En este marco, el juez Penal de 12º Turno, Nelson Dos Santos, dispuso que los cuatro polizones quedarán en libertad y ordenó a la Prefectura su remisión a un refugio nocturno del Ministerio de Desarrollo Social (Mides). Sin embargo, allí no fueron aceptados, porque no existían cupos para recibirlos, por lo que el personal de Prefectura volvió a comunicarse con el magistrado. Ante esta nueva situación, el juez Dos Santos ordenó comunicar la situación a la Institución Nacional de Derechos Humanos (Inddhh). En la Inddhh el caso fue asumido por Juan Faroppa, que inició contactos con la Secretaria de Derechos Humanos de Presidencia y la Cancillería para buscar una solución transitoria y que se les encontrara un lugar transitorio para que pudieran descansar y alimentarse, previo a iniciar los trámites de refugio. Sin embargo, el Estado uruguayo no pudo facilitar una solución para estas cuatro personas, dijo Faroppa. Tras intensas gestiones, las autoridades se contactaron con Idas y Vueltas, una ONG dedicada a la atención de personas migrantes en Uruguay. Por intermedio de esta, se logró que los cuatro ciudadanos nigerianos tuvieran un lugar de refugio. La solución llegó gracias a dos migrantes africanos (uno de Camerún y otro de Sierra Leona) que aceptaron recibirlos en sus casas, señaló Faroppa. En este sentido, la situación de estos cuatro polizones que llegaron a esta zona con el objetivo de pedir refugio revela las falencias del Estado uruguayo para atender este tipo de situaciones. “No es la primera vez que pasa y muestra que el Estado uruguayo no tiene una estructura para atender esta situación”, afirmó Faroppa a Caras y Caretas Portal. Faroppa señaló que la Inddhh sostiene ahora, y en casos similares anteriores, la necesidad de “hacer un llamado a la institucionalidad publica de Uruguay para que el Estado diseñe y ponga en funcionameinto una estructura para atender este tipo de situaciones”. “Son situaciones que se van a repetir porque en los últimos tiempos es claro que el flujo migratorio se revirtió y Uruguay pasó de ser un país expulsor a ser receptor de migrantes”. Actualmente, “no existe una respuesta rápida y articulada entre distintos actores del Estado que pueda encargarse de al primera atención y que cuando llegan personas refugiadas tengan un lugar donde puedan darse una ducha, comer algo, y quedarse para poder iniciar los trámites de refugio para quedarse en el país”, señaló Faroppa. En este punto, el integrante de la Inddhh destacó la actitud asumida por la Prefectura, que actuó con gran responsabilidad en este asunto procurando una solución para estas cuatro personas.
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