El expresidente de la Cámara de Diputados, el que se horrorizaba por los «crímenes» cometidos por la presidente Dilma Rousseff, el que pedía la destitución de la mandataria, el que solicitaba justicia en Brasil, fue escuchado: la Justicia Federal, a través del juez Valllisney De Souza Oliveira lo condenó, a él, a Eduardo Cunha, a 24 años y 10 meses de prisión por corrupción activa, lavado de dinero y violación del secreto profesional. Si bien Cunha está preso desde el año 2016 condenado por el juez Sérgio Moro a 15 años y 4 meses en el marco de la Operación Lava Jato, por medio de esta sentencia se niega a Cunha a la revocación de su prisión, algo que era pedido por los abogados. A su vez, la Justicia le fijó una multa de siete millones de reales.
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