“¿Por qué se insiste con ‘femicidio’ cuando en el diccionario se dice ‘feminicidio’?”. La Comisión de Constitución y Legislación de la Cámara de Senadores se aprestaba a debatir el proyecto de ley que consagra como un agravante especial el homicidio de una mujer por motivo de su sexo. La pregunta del senador Pedro Bordaberry (Partido Colorado) fue el disparador de un profuso debate semántico sobre la norma. La senadora Constanza Moreira (Frente Amplio) fue la primera en contestar. “El ‘feminicidio’ entraña la ausencia del Estado o su complicidad en el asesinato de mujeres. El ‘femicidio’ es el asesinato de la mujer por odio a la mujer. Aunque no está en la definición de la RAE (Real Academia Española), existe una vasta literatura sobre este tema y sobre las características del femicidio, que son las que se ajustan al proyecto de ley y no las de feminicidio. Por lo tanto, optamos por usar la palabra ‘femicidio’. Más allá de esta consideración que hizo el fiscal de Corte respecto de la ausencia de este término en la RAE, preferimos el uso de ‘femicidio’”, dijo Moreira. Bordaberry, sin embargo, no sesgo en su postura. “Paso el aviso de que está disponible la aplicación de la RAE que, además, funciona maravillosamente en el celular. Allí se dice que feminicidio es el asesinato de la mujer por razón de su sexo”. Moreira tampoco. “La cátedra de Género y Derecho de la Facultad de Derecho hizo una larga exposición sobre este tema y tenemos teorías que lo respaldan. Entiendo que la Real Academia Española define eso, pero en las teorías sobre femicidio y feminicidio hay una diferenciación clara”, refutó. El senador Carlos Camy (Partido Nacional) defendió la postura de Bordaberry y dijo que, en su momento, él también tuvo la misma postura. “Me parece que no podemos detenernos en esta discusión porque esto no pretende ser motivo de retraso en lo más importante, que es el tratamiento de la norma. Pero con claridad quiero decir que me preocupa que, ante la definición de este u otros términos en el diccionario, nosotros busquemos –no quiero decir ‘atajos’ porque si hay teorías desarrolladas por cátedras fundamentadas, considero que hay que atenderlas– otra alternativa y despreciemos una definición contundente que surge de la RAE”. Camy afirmó que según la RAE el “feminicidio” es el asesinato de una mujer por razón de su sexo y que no implica ninguna participación del Estado, por lo que “estamos interpretando significados a palabras que no lo tienen”, lo cual es “grave”. “Que se pretenda acudir a él con un sinónimo, puede ser, pero me parece que debemos tener mucho cuidado porque es una comisión del Senado de la República” “Es faltar a la objetividad contundente de los términos. […] No quiero dejar pasar, más allá del término puntual –que lo es–, que tengamos ese concepto o que asumamos como normal algo que no puede serlo: definir la comisión el significado de esa palabra que, expresamente, no lo tiene y no lo dice la definición del diccionario”, agregó. La utilización del término feminicidio también fue defendido por el fiscal de Corte, Jorge Díaz, recordó Camy. En tanto, Rafael Michelini compartió la necesidad de “ser exquisitos en el idioma”, pero defendió la utilización del término “femicidio” y valoró que no sería la primera vez que la RAE “va atrás de las palabras”. Y recordó que “en más de una oportunidad tuvimos que legislar poniendo alguna palabra castellanizada de origen inglés que todavía la RAE no aceptó porque no había otra forma de nombrar el bien al que se hacía referencia”. “Pienso que además de las palabras en sí mismas, las leyes implican una señal importante, por eso adhiero a que se incluya el término ‘femicidio’ y dejo constancia de mi deseo de que pronto la RAE lo incluya en el diccionario, pues es una expresión de uso diario –lamentablemente– y los catedráticos lo utilizan con este sentido”. “Comparto el planteo del señor senador Camy y la defensa del idioma –aunque parezca una exquisitez–, pero en esta circunstancia admito que se utilice la expresión ‘femicidio’”, enfatizó Michelini. También planteó su opinión la senadora Daniela Payssé. Dijo que lo importante “es la tipificación”, pero valoró que el artículo 19 del Código Civil por el cual se establece que “las palabras técnicas de toda ciencia o arte se tomarán en el sentido que les den los que profesan la misma ciencia o arte”. Si se tiene en cuenta la literatura y la legislación comparada, “podemos decir que existe una diferencia entre los términos feminicidio y femicidio, pero su uso puede ser complementario o un concepto puede ser subsumido dentro del otro”. “Es cierto que la definición de feminicidio […] refiere al acto de asesinar a una mujer solo por pertenecer al sexo femenino. Sin embargo, en este caso, la intención es tipificar algo más, que quizás podría describirse como una subcalificación del feminicidio, porque además de su condición de tal hay otras cuestiones que hacen que sea un feminicidio particular”. “Independientemente de que el fiscal de Corte dijo que le daba lo mismo uno u otro término, nosotros queremos decir que el femicidio es un feminicidio particular y especial, y por eso lo queremos denominar de esa forma. Es decir que el término femicidio puede no estar en el diccionario de la RAE, pero quizás llegue el momento en que, forzada por los hechos, lo asuma como lo estamos planteando ahora”, insistió Payssé. Estos argumentos no convencieron a Bordaberry: “Me parece que ir contra el diccionario de la RAE, que recoge los usos en el mundo del idioma español, no es bueno. Sé que va incorporando palabras, porque estoy afiliado y recibo las noticias –recuerdo que las últimas palabras que agregó fueron amigovio y otra vinculada con el twitter–, pero entiendo que no sería bueno pasar por encima de ellos. Obviamente, las mayorías son las mayorías, y las respetamos; solamente hacemos notar estas cosas”. Esta vez le contestó Payssé. “Lo importante es el contenido y la consistencia de la elaboración legislativa y la tipificación. En ese marco voy a reiterar, para que quede constancia, que este es un feminicidio particular. Y voy a poner un ejemplo: cuando se mandaba matar mujeres en los campos de algodón, se las mandaba matar porque eran mujeres”. “En este caso, el asesinato o el homicidio ocurre no en cualquier mujer, sino en una mujer que reúne determinadas condiciones de vínculo con el agresor. Entonces, estamos tipificando algo en particular que tiene que ver con un feminicidio, si se quiere utilizar el nombre genérico, pero que tiene una característica especial, distinta a cuando se manda matar mujeres sin tener en cuenta que se reúnan los requisitos que vamos a mencionar cuando entremos en el análisis particular del proyecto de ley”, expresó. Bordaberry siguió sin estar convencido. “Obviamente que estamos todos en contra del asesinato de mujeres por su condición de tales. Eso está fuera de discusión. Sí entendemos que hablar bien ayuda, en especial cuando se está frente a la aplicación de las normas, y la precisión en los términos es esencial. Algunos hablarán de femicidio y otros, de feminicidio, pero la precisión, y más cuando se va a aplicar una ley, es fundamental. Femicidio viene de femicide; es un anglicismo incorporado al castellano en el Uruguay, y la diferencia entre asesinato de una mujer por su condición de mujer o asesinato por condición de género está en el derecho anglosajón. Allí existe el gendercide, que es el asesinato por género, y el femicide, que es el asesinato de una mujer por su condición de mujer. Siempre es bueno, si son tan claros la normativa y los diccionarios, tratar de ir a eso y no innovar. La precisión en el manejo de los términos es algo valorado por los operadores del derecho. Sé que por la gente en la calle quizás no, pero después nos metemos en líos”, afirmó. El cierre de este debate semántico fue obra de Moreira. “Es bueno que en sala se hagan las consideraciones sobre esta diferencia y que esas también se amparen en lo que aparece en las convenciones internacionales y en otras leyes que tenemos en América Latina que utilizan la palabra femicidio”, dijo, y recordó la opinión de la ex fiscal Mariana Malet, en cuanto a que en este asunto se está hablando del “femicidio íntimo” y no de los “homicidios colectivos de mujeres”. “Creo que es exactamente a esto a lo que se refiere la señora senadora Payssé, pero vamos a darle un poco más de robustez en la documentación, en las teorías, en las convenciones internacionales y en la legislación comparada que ha emanado de América Latina y que usa el término femicidio para que todos podamos votar tranquilamente con este concepto”, afirmó.
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