El director nacional de Evaluación y Monitoreo del Ministerio de Desarrollo Social (Mides), Juan Pablo Labat, realizó en entrevista con Radio Uruguay una defensa de la Renta Básica Universal. En primer lugar, el jerarca matizó que no existe aún una posición institucional definida en el gobierno acerca de esta medida, aunque existe una parte importante de los integrantes del gobierno que está de acuerdo. Labat sostiene que la sociedad no debe perder de vista que, si es universal el derecho a la vida, debería ser universal el derecho a tener ingresos. Para que la vida sea viable se precisan muchos recursos en cuidado, manutención y protección social, y en las sociedades de mercado estas cuestiones están relacionadas con el ingreso. Por otra parte, el experto señala que en el mundo en que vivimos el trabajo por sí mismo no garantiza el ingreso necesario para cubrir estas necesidades para buen parte de la población, debido a los bajos salarios y la precariedad. Además de que la sociedad de mercado genera por sí misma unos mecanismos de exclusión que impiden a una parte importante de la sociedad integrarse por la vía laboral. Gasto social “La renta básica es una transferencia universal a todas las personas de la sociedad en su versión mas ampliada, sin restricción alguna, por su sola condición de existencia”, señaló Labat. No obstante, el funcionario matizó que esto no implica que su instrumentalización permita discutir algunas cuestiones morales como si se va a destinar el mismo monto para todo el mundo, si se este se otorga cambio de algo o si se realiza en arreglo de eliminar otras transferencias realizadas por el Estado. El jerarca relativizó el argumento contrario a la RBU, que dice que “ninguna sociedad está en condiciones de generar un espacio fiscal semejante como para transferir a toda la población un monto de dinero”. En este sentido, los defensores de la RBU sostienen que para que este debate sea justo deben visibilizarse todas las vías de transferencia de riqueza que realiza el estado a la sociedad, no sólo en forma de ayudas, sino también en forma de renuncias fiscales, descuento de impuestos, etcétera. Si se tiene en cuenta el mapa completo, la sociedad se daría cuenta de que “el Estado gasta menos en los pobres que en los no pobres”. En este sentido, las pensiones no contributivas emplean un porcentaje equivalente al Programa de Asignaciones Familiares del Mides y a la Tarjeta mides juntos. Labat también se refirió a la subvención de la educación privada, la cual termina generando un descuento que beneficia al que la paga.
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